En las primeras horas de la madrugada de hoy viernes, un fuerte terremoto golpeó la zona de Zavar en la provincia de Isfahan, en el centro de Irán, con una magnitud de 5.3 grados en la escala de Richter, y a una profundidad de 10 kilómetros bajo la superficie de la tierra.
El temblor fue sentido por los habitantes de las ciudades de Qom y Teherán, lo que generó una gran preocupación en la capital iraní.
La agencia iraní "Tasnim" informó que hasta ahora el terremoto no ha causado ninguna lesión ni daños significativos, según la autoridad de emergencias de Teherán.
Sin embargo, el impacto fue claramente perceptible en diversas áreas de la ciudad, donde muchos residentes sintieron el fuerte temblor.
Irán es uno de los países más propensos a los terremotos, debido a su ubicación en una zona tectónica activa entre placas terrestres, lo que la expone a temblores recurrentes.
Uno de los terremotos más mortales en la historia del país fue el de 1990, que ocurrió en el noroeste de Irán y tuvo una magnitud de 7.7 grados en la escala de Richter, resultando en la muerte de aproximadamente 37,000 personas y más de 100,000 heridos.
Los científicos continúan monitoreando la actividad sísmica en la región, mientras las autoridades enfatizan la necesidad de tomar medidas de seguridad y preparación ante futuros terremotos.