En una nueva escalada de los acontecimientos, reveló Oleh Aleksandrov, responsable de inteligencia ucraniana, a la agencia oficial "Ukrinform" que China está brindando apoyo de inteligencia a Rusia al proporcionarle información sensible obtenida de satélites, lo que permite a Rusia llevar a cabo ataques aéreos precisos dentro del territorio ucraniano.
Aleksandrov explicó que Pekín comparte con Moscú datos sobre objetivos estratégicos que incluyen ubicaciones en las que invierten empresas extranjeras, señalando que existe un "alto nivel de cooperación" entre los dos países en el ámbito de la exploración espacial para identificar ubicaciones vitales a ser atacadas en Ucrania.
Estas acusaciones surgen en medio de ataques rusos recurrentes, siendo el más destacado el del pasado agosto, cuando un bombardeo aéreo impactó una fábrica de dispositivos eléctricos en la región de Zacarpatia, al oeste de Ucrania, causando heridas a 15 personas, según declaraciones del presidente ucraniano Volodímir Zelenski y funcionarios locales.
Además, Zelenski ya había acusado a China en abril pasado de suministrar armas y municiones a Rusia, afirmando que su gobierno tiene información de inteligencia que indica que China está produciendo armas dentro del territorio ruso, lo que refleja la profundidad del apoyo militar de Pekín a Moscú en su guerra contra Ucrania.
Estos desarrollos ocurren en un momento de creciente tensión internacional en torno al conflicto en curso, con advertencias sobre las repercusiones de la cooperación entre Moscú y Pekín en la seguridad regional e internacional.