Líbano espera mañana lunes una importante sesión gubernamental en el palacio presidencial presidida por el presidente Joseph Aoun, donde el ejército libanés presentará su primer informe oficial sobre la implementación del plan de control de armas, basado en lo acordado en la sesión del gobierno del 5 de septiembre pasado.
Este informe llegó tras una visita de campo del comandante del ejército, el general Rudolf Haikal, en el sur de Líbano, donde enfatizó la necesidad de una reubicación completa del ejército libanés para establecer la autoridad del estado y restaurar la estabilidad en las áreas del sur.
El informe esperado no se limitará solo a la zona sur del río Litani, sino que se extenderá para incluir áreas al norte del Litani, según confirmaron fuentes.
El ministro de desplazados y el ministro de estado para asuntos tecnológicos, Kamal Shhadeh, afirmó en declaraciones exclusivas que este informe representa un paso fundamental para implementar la decisión del gobierno de controlar las armas y prohibir su traslado a través de todo el territorio libanés, señalando que la comunidad internacional está observando de cerca la implementación de este plan en todas las áreas, no solo en el sur del Litani.
Shhadeh indicó que la primera fase del plan de control de armas se divide en dos partes: la primera se centra en la zona sur del Litani, y la segunda se refiere al control de las manifestaciones de armas en todo Líbano, incluyendo las armas de los campos palestinos y las armas de los partidos, entre ellas las del حزب de Dios.
Destacó que los ministros en la sesión de mañana plantearán muchas preguntas a la dirección del ejército durante la presentación del informe, expresando su esperanza de obtener respuestas claras que respalden los esfuerzos diplomáticos del gobierno para reunir el apoyo necesario para el ejército.
En este contexto, la administración del presidente estadounidense Donald Trump aprobó esta semana la entrega de ayudas por un valor de 230 millones de dólares para las fuerzas de seguridad libanesas, de los cuales 194 millones de dólares están destinados al ejército, incluyendo equipos militares y cursos de formación.
Fuentes oficiales confirmaron que el apoyo al ejército y su capacidad para establecer su autoridad en términos de número y equipamiento es una prioridad para la administración estadounidense, y que no hay condiciones estadounidenses a cambio del armamento del ejército, que debe ser la única entidad responsable de mantener la seguridad en todo Líbano.
El ministro Kamal Shhadeh explicó que la enorme ayuda estadounidense refleja una gran confianza en el ejército libanés, expresando su esperanza de que el primer informe sobre el control de armas sea una oportunidad para que los países amigos organicen conferencias de apoyo para proporcionar la asistencia logística y financiera y los programas de capacitación necesarios para que los militares realicen sus tareas de manera efectiva.
El consejo de ministros había acogido en su sesión del 5 de septiembre el plan del ejército para el control de armas bajo el nombre de "Escudo de la Patria", que consta de cinco fases que comienzan en la zona sur del Litani, luego la zona entre el río Litani y el río Awali, seguida de Beirut y sus suburbios, luego el Bekaa, y concluye con la quinta fase que abarca todo el territorio libanés.
No obstante, los puntos de ocupación israelí en el sur (más de 5 puntos) siguen obstaculizando la completa expansión del ejército en la zona sur del Litani, mientras Líbano depende de la mediación estadounidense para implementar el plan de control de armas y activar completamente la resolución internacional 1701, lo que refuerza la soberanía del estado libanés y su seguridad.