El Fondo Monetario Internacional prevé un aceleramiento del crecimiento de las economías de Oriente Medio y África del Norte en 2025

En un giro positivo para las previsiones económicas, el Fondo Monetario Internacional ha elevado sus expectativas de crecimiento para las economías de la región de Oriente Medio y África del Norte al 3.3% para 2025, mejorando sus previsiones anteriores que indicaban solo un 2.6% en mayo pasado. El fondo atribuyó esta revisión a una "notable resiliencia" que ha demostrado la región frente a la incertidumbre global, a pesar de los riesgos geopolíticos y las presiones inflacionarias persistentes.
Esto se dio durante el lanzamiento del informe "Perspectivas de la economía regional" en Dubái, donde el fondo también previó una desaceleración en la tasa de inflación en la región, anticipando que disminuirá al 10.3% en 2026 después de haber alcanzado el 12.2% en 2025, en comparación con el 14.2% en 2024.
Según el informe, esta mejora se debe al desempeño positivo de ambos polos de la economía regional. Por un lado, los países exportadores de petróleo se benefician del aumento de la producción y el incremento de las inversiones públicas, junto con la implementación de reformas estructurales que apoyan las trayectorias de diversificación económica. Por otro lado, la caída de los precios de las materias primas, la recuperación del sector turístico y el aumento de las remesas de los trabajadores en el extranjero han ayudado a respaldar el crecimiento de los países importadores de petróleo, donde la mejora en el acceso a los mercados financieros y la disminución de las tasas de inflación han proporcionado un apoyo adicional.
A pesar de esta imagen positiva, el fondo advirtió que el panorama sigue estando lleno de riesgos. Jihad Azour, director del Departamento de Oriente Medio en el fondo, declaró desde Dubái que "estos desarrollos ocurren en un contexto que aún se caracteriza por un alto grado de incertidumbre, mientras que los riesgos siguen inclinándose hacia la dirección negativa".
Entre estos riesgos identificados en el informe se encuentra la posibilidad de una caída adicional en los precios del petróleo si disminuye la demanda global, el aumento de las tensiones comerciales internacionales y el incremento de las tasas de inflación global, señalando que la región ha sido "menos afectada en comparación con otras áreas". Sobre las tensiones geopolíticas, Azour comentó: "Las tensiones geopolíticas han mostrado signos de mejora en las últimas semanas, sin embargo, la precaución sigue siendo necesaria".
Las previsiones de crecimiento para Egipto han mejorado notablemente, ya que el fondo ha elevado su pronóstico de crecimiento de la economía egipcia en 2025 al 4.3%, en comparación con una estimación anterior de 3.8%. Esta mejora ha sido respaldada por el aumento de los ingresos del turismo y el incremento de las remesas de los egipcios que trabajan en el extranjero. Además, la economía egipcia ha experimentado una disminución significativa en la tasa de inflación al 11.7% en septiembre, registrando una caída desde aproximadamente el 40% en 2023, gracias al programa de rescate financiero lanzado por el fondo por un valor de 8 mil millones de dólares en marzo de 2024.
Azour instó a las autoridades egipcias a "acelerar la implementación de dos fases fundamentales, que son el programa de ofertas públicas y aumentar el nivel de transparencia en algunas empresas estatales". Añadió que las discusiones sobre la quinta y sexta revisión del programa de préstamo aún están en curso, y se espera que se completen durante el último trimestre del año en curso.
En el entorno del Golfo, las previsiones apuntan a un crecimiento constante. Se espera que la economía saudí registre un crecimiento de aproximadamente 2.7% en 2025, impulsado por un aumento gradual en la producción de petróleo y una mejora en el desempeño de los sectores no petroleros, especialmente el turismo, los servicios y la construcción, con una expectativa de estabilidad de la inflación en niveles moderados cercanos al 2.3%.
En los Emiratos, el fondo prevé un crecimiento de alrededor del 4% durante 2025, respaldado por la recuperación de la inversión privada, un fuerte crecimiento en los sectores de comercio, turismo e inmobiliario, junto con la continuación de la implementación de planes de diversificación económica. Mientras que se espera que la economía de Catar logre un crecimiento del 2.5% el próximo año, impulsado por un aumento en la producción de gas natural licuado y la expansión de las inversiones relacionadas con el sector energético.
El fondo también prevé un crecimiento para Kuwait de aproximadamente 2.6% en 2025, con el regreso de la producción de petróleo a niveles anteriores a la reducción y una mejora en el gasto público. En Omán, las previsiones indican un crecimiento del 2.9% en 2025, apoyado por un aumento en las inversiones en proyectos de energía renovable y reformas financieras. Se espera que la economía de Baréin registre un crecimiento del 3.2% durante 2025, respaldado por los sectores no petroleros, especialmente el turismo y los servicios financieros.
El informe señaló que los superávits financieros en los países del Golfo disminuirán gradualmente con la caída de los precios del petróleo en comparación con sus picos en 2022, sin embargo, las posiciones financieras públicas y las reservas externas siguen siendo fuertes, lo que brinda a los gobiernos margen para continuar con el gasto que apoya el crecimiento.
El fondo también enfatizó que los países del Golfo "avanzan de manera constante en diversificar sus economías y reducir su dependencia de los ingresos petroleros", a través de la inversión en sectores de energía renovable, turismo y tecnologías avanzadas, lo que refuerza su capacidad para enfrentar futuros choques externos.
Cabe mencionar que el fondo ha aprobado desde 2020 financiamientos por un valor de 55.7 mil millones de dólares para los países de la región, de los cuales 21.4 mil millones de dólares fueron aprobados desde principios de 2024 para programas en Egipto, Jordania, Marruecos y Pakistán.