Irán rechaza la invitación de Trump al diálogo: el comportamiento de EE. UU. es hostil y rechazable

En una nueva escalada de las tensiones entre Washington y Teherán, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán rechazó las declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump, quien llamó a un diálogo con Irán, y las describió como "contradictorias" con lo que calificó de "su comportamiento hostil y criminal" contra la República Islámica.
La respuesta iraní llegó un día después del discurso de Trump ante la Knesset israelí, donde anunció la disposición de su país para firmar un acuerdo con Irán, afirmando que "la mano de la amistad y la cooperación está extendida".
* "Declaraciones falsas e irresponsables"
En un comunicado publicado en su sitio oficial, el Ministerio de Relaciones Exteriores iraní calificó las declaraciones de Trump como "falsas e irresponsables", considerando que Estados Unidos "no tiene ninguna legitimidad moral para acusar a otros", especialmente porque es "el mayor apoyo del régimen israelí acusado de cometer crímenes de genocidio", según expresa el comunicado.
Teherán también criticó fuertemente el discurso de Trump en la Knesset, donde instó a Irán a "un cambio radical en su política exterior", acusándolo de apoyar el terrorismo, amenazar a sus vecinos, financiar grupos armados y no reconocer el derecho de Israel a existir.
* Trump: Estamos listos para levantar las sanciones
En declaraciones posteriores durante su visita a Egipto, el presidente estadounidense aclaró que su país está dispuesto a levantar las sanciones impuestas a Teherán si el liderazgo iraní muestra disposición para negociar, expresando su confianza en que "se llegará a un acuerdo al final porque el liderazgo iraní así lo quiere", según sus palabras.
Trump añadió: "Estados Unidos e Israel no son enemigos del pueblo iraní. Solo queremos vivir en paz".
* Bombardeo conjunto y escalada nuclear
Cabe recordar que Estados Unidos participó en junio pasado junto a Israel en el bombardeo de instalaciones nucleares iraníes, en un paso que se dio tras el fracaso de cinco rondas de conversaciones indirectas entre Washington y Teherán, que fracasaron debido a desacuerdos fundamentales sobre el tema del enriquecimiento de uranio.
Las potencias occidentales acusan a Irán de buscar poseer armas nucleares, una acusación que Teherán niega, afirmando que su programa nuclear está destinado exclusivamente a fines civiles.