Ataques estadounidenses en el Pacífico encienden una crisis diplomática con Colombia

La crisis entre Washington y Bogotá se intensifica tras una serie de ataques estadounidenses en el este del Pacífico que apuntaron a barcos que, según el Departamento de Defensa de EE. UU., se utilizan para el tráfico de drogas, lo que resultó en la muerte de al menos cinco personas, en una nueva escalada dentro de la campaña del presidente Donald Trump contra el narcotráfico.
En declaraciones controvertidas, el secretario de Estado estadounidense Marco Rubio describió a su homólogo colombiano Gustavo Petro como "loco", diciendo a los periodistas la noche de ayer miércoles:
"Las autoridades colombianas, especialmente el ejército y la policía, siguen siendo leales a EE. UU. ... pero el único problema en Colombia es su presidente loco, este hombre no está en pleno uso de sus facultades mentales".
Por su parte, el secretario de Defensa estadounidense Pete Hegseth anunció que el ejército estadounidense llevó a cabo dos ataques consecutivos en dos barcos en el este del Pacífico, señalando que la primera operación tuvo lugar el martes y resultó en la muerte de dos personas, mientras que la segunda, ayer miércoles, resultó en la muerte de tres más.
Hegseth publicó un video de aproximadamente 30 segundos en la plataforma "X" (anteriormente Twitter), que muestra un barco navegando en medio del mar antes de explotar en una escena dramática.
El presidente colombiano Petro respondió con ira, acusando a Washington de "violar el derecho internacional" y "sobrepasar los límites de la soberanía", en un momento en que aumentan las tensiones entre los dos países tras una serie de ataques estadounidenses previos en el Caribe, que resultaron en la muerte de al menos 32 personas.
Estos ataques son parte de una campaña militar más amplia iniciada por Trump, que incluyó al menos siete ataques en el Caribe contra lo que él describió como "redes de tráfico de drogas", pero la administración estadounidense no ha proporcionado detalles claros sobre las cantidades de drogas incautadas o pruebas que demuestren la implicación de los barcos atacados.
Expertos legales han planteado preguntas sobre por qué se utiliza el ejército estadounidense en lugar de la guardia costera, que es la entidad legalmente encargada de hacer cumplir las leyes marítimas, considerando que recurrir a ataques letales plantea problemas legales y éticos.
Esto ocurre en un momento en que la presencia militar estadounidense en el Caribe está aumentando notablemente, con la participación de destructores con misiles guiados, cazas F-35, un submarino nuclear y más de 6500 soldados.
Por su parte, Trump continúa su feroz ataque contra el gobierno de Bogotá, describiendo al presidente colombiano como "líder del narcotráfico" y acusando a su país de "no luchar contra las drogas, sino de producirlas".
También anunció la suspensión de la ayuda estadounidense a Colombia, que superaba los 740 millones de dólares anuales destinados a la lucha contra las drogas, y amenazó con imponer nuevos aranceles a las importaciones colombianas, en un indicio de un colapso casi total de las relaciones entre los dos países.