¿Regresarán las sanciones a Irán? Horas decisivas separan a Teherán de la decisión

Irán vive hoy horas decisivas que podrían devolverla al cuadrante de sanciones internacionales estrictas, en medio del aumento de presiones europeas y la disminución de oportunidades para escapar de la activación del mecanismo "snapback", o lo que se conoce como "mecanismo de gatillo", que podría entrar en vigor a la medianoche del sábado, hora de Greenwich.

En un paso esperado desde hace tiempo, los países de la troika europea (Francia, Alemania, Reino Unido) activaron a finales de agosto pasado el mecanismo de reimposición de sanciones de la ONU a Irán, a raíz de lo que describieron como "violaciones graves" del acuerdo nuclear firmado en 2015.

Desde entonces, las opciones de Irán se han vuelto limitadas, y cualquiera de ellas no será sin costo.

El presidente francés Emmanuel Macron subrayó hace dos días que el tiempo restante es extremadamente corto, diciendo que "solo horas separan a Irán del regreso de las sanciones de la ONU".

Confirmó que Teherán puede evitar ese escenario si acepta las condiciones de la troika que describió como "legítimas".

Las condiciones que plantearon los tres países europeos para detener la activación de las sanciones incluyen:

1 _ Permitir el acceso completo a los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica a todas las instalaciones nucleares iraníes.

2 _ Abordar las preocupaciones europeas sobre el stock de uranio enriquecido de Irán.

3 _ Involucrarse en conversaciones directas con Estados Unidos sobre el acuerdo nuclear.

A pesar de la presión de las últimas horas, las respuestas iraníes no han sido tranquilizadoras; Kazem Gharib Abadi, el viceministro de Relaciones Exteriores iraní para Asuntos Legales e Internacionales, durante un briefing con miembros no permanentes del Consejo de Seguridad, indicó que su país procederá a terminar el "Acuerdo de El Cairo" con la Agencia Internacional de Energía Atómica si se reimponen las sanciones.

Por su parte, el presidente iraní Masoud Bezhaskian, presente en Nueva York para asistir a las reuniones de la Asamblea General de la ONU, reconoció que las consultas con la parte europea "no han ido como se esperaba", lo que muestra claramente la dificultad de llegar a un compromiso en estos momentos críticos.

En paralelo a la escalada, Rusia y China presentaron un borrador de resolución en el Consejo de Seguridad de la ONU para extender la suspensión de sanciones a Irán, pero las posibilidades de éxito de esta votación parecen ser muy escasas, según fuentes diplomáticas.

La aprobación de la resolución requiere obtener 9 votos de 15, lo que no se prevé que ocurra debido a la fuerte oposición occidental.

Beijing y Moscú describieron el mecanismo "snapback" como "ilegal", y consideraron que su activación por parte de la troika europea es un acto unilateral que contradice el espíritu del acuerdo nuclear.

Hace dos semanas, el Consejo de Seguridad votó a favor de activar el mecanismo de gatillo, lo que significa que las sanciones internacionales volverán automáticamente a partir de la medianoche del sábado 27 de septiembre, a menos que ocurra un milagro diplomático en el último momento.

Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores iraní Abbas Araqchi expresó su rechazo a las condiciones europeas, afirmando que su país "actúa con responsabilidad y honestidad" en su programa nuclear.

Esto ocurrió tras su reunión con su homólogo británico al margen de las reuniones de la ONU.

Las raíces de la crisis se remontan al acuerdo nuclear firmado en 2015, que impuso restricciones estrictas a las actividades nucleares iraníes a cambio del levantamiento de las sanciones internacionales.

Sin embargo, la retirada de Estados Unidos en 2018, durante la presidencia de Donald Trump, alteró la ecuación.

Con el inicio de 2025, las partes volvieron a la mesa de negociaciones, donde se llevaron a cabo varias rondas entre Washington y Teherán hasta junio pasado.

Sin embargo, las cosas se deslizaron hacia la escalada, cuando Israel lanzó ataques contra sitios nucleares y militares dentro de Irán, y Teherán respondió con bombardeos, lo que llevó a la intervención militar de Estados Unidos en junio, a través de ataques dirigidos a instalaciones nucleares iraníes.

La escalada militar llevó a la suspensión de todas las conversaciones nucleares, tanto entre Irán y Estados Unidos, como con los países europeos.

Quedan pocas horas para que Irán enfrente el regreso de sanciones internacionales severas que podrían aislarla nuevamente del sistema financiero mundial y poner su economía tambaleante bajo más presión.

Entre las opciones difíciles, queda la pregunta: ¿Cederá Teherán a las condiciones europeas o elegirá la confrontación?