La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico eleva las previsiones de crecimiento global para 2025

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico ha elevado sus previsiones de crecimiento de la economía global para 2025 al 3.2%, en comparación con las estimaciones de junio que eran del 2.9%, señalando que este paso responde a la mayor resiliencia de lo esperado que han mostrado muchas economías desde el inicio del año. Sin embargo, la organización mantuvo sus previsiones de crecimiento para 2026 en el 2.9%, una tasa que refleja una desaceleración notable en comparación con el crecimiento del 3.3% registrado en 2024.
En cuanto a las principales economías, la organización elevó sus previsiones de crecimiento de la economía de Estados Unidos en 2025 al 1.8% en comparación con el 1.6% anterior, aunque se espera que este crecimiento se desacelere al 1.5% en 2026. A pesar de este ajuste positivo, la tasa prevista "sigue siendo muy inferior a la del 2.8% en 2024".
El informe atribuyó la fortaleza del desempeño estadounidense al papel de "la inversión relacionada con la inteligencia artificial", mientras que afirmó que "las políticas fiscales" en China ayudaron a compensar los efectos de "la debilidad del mercado inmobiliario y los desafíos comerciales".
Por otro lado, la organización advirtió sobre la persistencia de "grandes riesgos" para las perspectivas de la economía global, ya que el impacto de los altos aranceles y la incertidumbre en las políticas sigue siendo una preocupación principal. Los datos revelaron que "los aranceles estadounidenses sobre las importaciones aumentaron al 19.5% a finales de agosto, el nivel más alto desde 1933, con tarifas sobre algunas exportaciones alcanzando el 50%".
La organización comentó sobre esta situación diciendo que "el impacto completo de los aranceles aún no se ha manifestado", aclarando que las empresas han absorbido parte de ellos, pero sus efectos "ya están reflejándose en el gasto de los consumidores y en el mercado laboral", con signos de desaceleración en los mercados laborales que se manifiestan en "el aumento de las tasas de desempleo y la disminución de las vacantes en algunos países", junto con una desaceleración en la reducción de la inflación.
En este contexto, la organización redujo sus previsiones de inflación, esperando que su tasa en los países del G20 sea del 3.4% durante 2025, una disminución del 3.6% en las previsiones de junio, y también redujo las previsiones para Estados Unidos al 2.7% frente al 3.2% anterior.
El informe también destacó riesgos adicionales relacionados con "la posibilidad de un regreso de las presiones inflacionarias y el aumento de las preocupaciones sobre la situación de las finanzas públicas y la revalorización de los activos en los mercados", advirtiendo sobre "los riesgos de estabilidad financiera" asociados con "el aumento y la volatilidad de las valoraciones de los activos criptográficos". Por otro lado, la organización señaló que "la eliminación de las restricciones comerciales y la aceleración del desarrollo de tecnologías de inteligencia artificial" podrían representar una oportunidad real para mejorar las perspectivas de crecimiento global de manera positiva.