El presidente del Consejo Presidencial libio, Mohamed Menfi, en un discurso pronunciado ante la Asamblea General de las Naciones Unidas la noche de ayer jueves, afirmó que Libia rechaza todas las formas de intervención externa y se aferra a su plena soberanía, advirtiendo sobre los riesgos que llevan a la continuación de la crisis y al retraso de las soluciones.
Menfi pidió a las Naciones Unidas que refuercen su papel en el apoyo a Libia para superar la crisis y avanzar hacia la estabilidad y la democracia, subrayando el fracaso de todas las soluciones temporales y los entendimientos limitados que se llevaron a cabo en el período pasado.
También instó a reconsiderar los modelos y mecanismos propuestos por las Naciones Unidas, que han demostrado su fracaso y han afectado negativamente las oportunidades de alcanzar un verdadero acuerdo.
El presidente del Consejo Presidencial propuso lanzar un diálogo nacional inclusivo sin exclusiones, con la participación de todos los actores políticos, con el objetivo de unificar las instituciones soberanas y poner fin a las etapas de transición que Libia ha sufrido durante meses debido al estancamiento del diálogo entre las partes principales.
En los últimos años, las Naciones Unidas han intentado empujar al país hacia elecciones presidenciales y legislativas, pero las discrepancias sobre las leyes electorales y la base constitucional han impedido su realización, dejando a Libia en una crisis continua sin una constitución permanente ni instituciones unificadas.
Esta declaración coincide con los movimientos del primer ministro del gobierno de unidad nacional, Abdul Hamid Dbeibeh, para recuperar el control del complejo militar de Maitiga, en un intento de fortalecer la influencia de su gobierno en medio de los conflictos políticos continuos en el país.
La crisis libia, que enfrenta intervenciones externas y profundas divisiones internas, aún necesita una solución integral que garantice la estabilidad y coloque al país en el camino hacia la democracia y el desarrollo.