Si sufres de insomnio, puede que ya no necesites pastillas para dormir o recetas de leche caliente, ya que la solución natural podría estar en las frutas que encuentras en el supermercado.
La especialista en nutrición estadounidense Kendall McIntosh, miembro del Consejo Mundial de Bienestar, confirmó que algunas frutas contienen hormonas naturales y minerales que ayudan a regular el reloj biológico del cuerpo y reparar las células durante la noche, lo que promueve un sueño profundo.
McIntosh explicó en una entrevista con la cadena "Fox News" que la comida no solo nos proporciona calorías, sino que interactúa con nuestros sistemas biológicos, afectando el estado de ánimo, el sueño y el metabolismo, especialmente con el cambio de estaciones y la reducción de las horas de luz, donde el cuerpo necesita apoyo natural para producir la hormona melatonina responsable del sueño.
A continuación, las 3 frutas principales que te ayudarán a dormir profundamente:
1 _ Cereza ácida:
La cereza se considera una de las frutas más importantes que promueven el sueño, ya que contiene melatonina natural, que es la hormona secretada por la glándula pineal en el cerebro para regular el ciclo de sueño y vigilia.
Además, la cereza contiene triptófano, el aminoácido que el cuerpo utiliza para producir serotonina y melatonina, lo que contribuye a calmar el sistema nervioso y mejorar la calidad del sueño.
2 _ Kiwi:
Estudios, incluyendo uno publicado en 2024 en la Biblioteca Nacional de Medicina que incluyó a atletas profesionales, han demostrado que consumir kiwi regularmente antes de dormir durante cuatro semanas mejora notablemente la calidad del sueño, la duración del sueño y el rendimiento diurno.
Esto se debe a su riqueza en antioxidantes, magnesio y serotonina que ayudan a calmar el sistema nervioso.
3 _ Uva fresca:
La uva es una opción ideal como bocadillo antes de dormir, ya que también contiene melatonina natural y ayuda a relajarse sin aumentar las calorías.
Se recomienda consumir uvas frescas sin procesar en lugar de jugos o pasas para mantener su valor nutricional completo.
Sin embargo, un buen sueño no solo depende de la alimentación, ya que McIntosh afirma que los hábitos nocturnos juegan un papel importante en la calidad del sueño.
Por lo tanto, aconseja reducir la exposición a la luz azul de las pantallas antes de dormir, mantener la habitación oscura y a una temperatura moderada, y evitar comidas pesadas y estimulantes como la cafeína en las últimas horas del día.
Y concluyó diciendo: "Cuando combinamos una dieta natural con una rutina nocturna saludable, establecemos las bases para un sueño más profundo, un mejor estado de ánimo y una vitalidad duradera".
Al confiar en los regalos de la naturaleza de frutas que tejen la calma de la noche, y mejorar nuestros hábitos diarios; abrimos una puerta a un sueño profundo que revitaliza el alma y renueva la energía.
El sueño no es solo un descanso, sino un viaje para recuperar el equilibrio y la belleza en nuestras vidas, que comienza con pasos simples desde la cocina hasta el dormitorio.