Amnistía Internacional, el jueves, instó a un grupo armado en la provincia a revelar de inmediato el paradero y la ubicación del trabajador de rescate Hamza Al-Amarin, jefe del centro de defensa civil en Daraa, y a liberarlo incondicionalmente y devolverlo a su familia.
Al-Amarin se había dirigido el 16 de julio de 2025 a la ciudad de Suwaida en respuesta a una solicitud de las Naciones Unidas para ayudar en las operaciones de rescate tras los violentos enfrentamientos que se habían producido en la zona.
Según el relato de su familia, logró hacer una breve llamada a su esposa la mañana siguiente, en la que la tranquilizó diciendo: "Estoy en Suwaida, estoy bien, pero cuídense" antes de que la comunicación se interrumpiera por completo desde entonces.
Desde su desaparición, continúan las demandas de derechos humanos para revelar su lugar de detención y garantizar su seguridad, mientras que la defensa civil siria considera que la continuación de la desaparición de Al-Amarin representa una violación flagrante de los principios humanitarios que protegen a los trabajadores en el ámbito de la ayuda.