La agencia "Reuters" reveló, citando fuentes informadas en Washington y Beirut, que la administración del presidente estadounidense Donald Trump aprobó esta semana la entrega de 230 millones de dólares a las fuerzas de seguridad libanesas, en un paso notable que se lee en el contexto de la creciente presión estadounidense para desarmar a Hezbolá.
Según las fuentes, el financiamiento se divide en 190 millones de dólares destinados al ejército libanés, y 40 millones de dólares para las fuerzas de seguridad interna, y tiene como objetivo fortalecer las capacidades de las instituciones de seguridad oficiales en Líbano, permitiéndoles ejercer su autoridad sobre todo el territorio libanés.
Un asistente demócrata en el Congreso, en una llamada telefónica con periodistas, confirmó que el lanzamiento del financiamiento se produjo antes de que finalizara el año fiscal estadounidense el 30 de septiembre, describiendo el paso como "muy importante para un país pequeño como Líbano", en referencia al peso de este apoyo financiero en medio de la crisis política y económica que vive el país.
Esta ayuda llega en un momento en que la administración Trump ha reducido los programas de ayuda exterior dentro de la política de "América Primero", lo que refleja una prioridad excepcional para el tema libanés en la agenda de la administración estadounidense, especialmente en medio de las tensiones en Gaza y el Medio Oriente.
En un paso notable en la escena local, el presidente libanés Joseph Aoun y el primer ministro Nawaf Salam, el 5 de agosto, pidieron al ejército libanés apoyado por Estados Unidos, que elaborara un plan para restringir las armas en manos del estado antes de fin de año, lo que indica una coordinación libanesa-estadounidense sin precedentes en este tema sensible.
Sin embargo, "Hezbolá", apoyado por Irán, rechazó las llamadas para desarmarlo, aferrándose a lo que considera "el arma de la resistencia", a pesar de la creciente presión de sus oponentes en el interior libanés y de la administración estadounidense.
Según la fuente libanesa informada, el financiamiento estadounidense fortalecerá la capacidad de las fuerzas de seguridad interna para asumir responsabilidades de seguridad interna, lo que permitirá al ejército libanés concentrarse en las tareas estratégicas vitales en el país, en medio del esfuerzo de Washington por fortalecer las instituciones del estado a expensas de las fuerzas no oficiales.