Protestas juveniles en Marruecos exigen mejorar los servicios públicos... y el gobierno confirma su disposición al diálogo

Varias ciudades marroquíes han sido escenario en los últimos días de una ola de protestas organizadas por movimientos juveniles, que han elevado demandas sociales centradas en mejorar la calidad de los servicios públicos en salud y educación, y combatir la corrupción.
Estas movilizaciones surgieron en respuesta a llamados lanzados por el movimiento "Generación Z 212" para organizar "protestas pacíficas" a partir del pasado sábado. Además, los manifestantes se opusieron a la prioridad de inversión en infraestructura deportiva en preparación para acoger la Copa África 2026 y la Copa del Mundo 2030 en colaboración con España y Portugal, exigiendo que esos recursos se dirijan a los sectores sociales fundamentales.
En respuesta a estas movilizaciones, el primer ministro marroquí, Aziz Akhannouch, confirmó el jueves 2 de octubre la disposición de su gobierno al diálogo. Dijo en un discurso televisado durante una reunión del gobierno: "Confirmamos que el gobierno, a través de los diferentes partidos que lo componen, ha interactuado con las demandas de las expresiones juveniles, y anuncia su respuesta a estas demandas sociales y su disposición al diálogo y la discusión desde dentro de las instituciones y los espacios públicos".
Akhannouch añadió, abordando otro aspecto de los acontecimientos: "Los actos de violencia que se han dado en las protestas en los últimos días han llevado a la muerte de tres personas", aclarando que las autoridades de seguridad continúan cumpliendo con su deber constitucional de proteger la seguridad y el orden público.
Por su parte, el portavoz del Ministerio del Interior marroquí, Rashid Khalfi, reveló un aspecto preocupante de estas protestas, diciendo: "Lo lamentable de estos actos de violencia y disturbios es que han contado con la participación de un alto porcentaje de niños y menores, alcanzando en múltiples ocasiones el 100% de los grupos participantes".
Khalfi también explicó las circunstancias de las víctimas, diciendo: "Los elementos de la gendarmería real se vieron obligados a utilizar el arma de servicio en el marco de la defensa legítima, lo que resultó en tres muertes".
Según informes de prensa, los disturbios y protestas abarcaron varias áreas, incluyendo Oujda, Kenitra y Inzegan.
El primer ministro concluyó su discurso reiterando el compromiso con el diálogo, diciendo: "Su gobierno reitera que el enfoque basado en el diálogo es la única manera de abordar los diversos problemas que enfrenta nuestro país y acelerar la implementación de las políticas públicas objeto de las demandas sociales, contribuyendo así a lograr la aspiración común de todos los marroquíes".