En un crimen que conmocionó la gobernación de Taiz en el suroeste de Yemen, hombres armados desconocidos asesinaron esta mañana, jueves, a una destacada funcionaria local, en un hecho que es el primero de su tipo que apunta a una mujer en un cargo oficial dentro de la gobernación.
Fuentes locales y medios de comunicación coinciden en que los hombres armados dispararon una ráfaga de balas directamente a Afthaan Al-Mashhari , directora del "Fondo de Limpieza y Mejora" en la gobernación de Taiz, mientras pasaba en su automóvil por la zona de Joulah Sanan en el centro de la ciudad, lo que resultó en su muerte inmediata, en medio de la sorpresa y el shock de los transeúntes.
La ciudad experimentó un estado de alerta de seguridad tras el incidente, mientras que las autoridades locales no han emitido hasta el momento ninguna declaración oficial sobre las circunstancias del crimen o la identidad de los perpetradores, y ninguna entidad ha reclamado la responsabilidad por el asesinato.
* Registro profesional limpio y éxitos notables
Al-Mashhari era considerada una de las pocas mujeres con una presencia activa en la gestión administrativa local, y era conocida por su integridad y dedicación al trabajo.
Durante los últimos años, supervisó el desarrollo del "Fondo de Limpieza y Mejora", logrando una mejora notable en la calidad de los servicios ambientales en la ciudad de Taiz, lo que le otorgó un amplio respeto entre los habitantes y sus colegas.
* Ola de violencia en aumento
Este crimen ocurre en medio de un aumento agudo de actos de violencia y asesinatos que ha estado experimentando la ciudad de Taiz recientemente, donde en los últimos días han sido atacados varios líderes de seguridad, lo que genera una gran preocupación sobre el descontrol de la seguridad en la gobernación.
El asesinato de Al-Mashhari es el primer incidente de este tipo que apunta a una mujer responsable en Taiz, lo que ha desatado una ola de condena y rabia en los círculos comunitarios, en medio de crecientes demandas para identificar rápidamente a los culpables y llevarlos ante la justicia.
El crimen no solo es una pérdida para la familia de Al-Mashhari y sus colegas en el trabajo, sino también una alarma que advierte sobre el crecimiento de la tendencia a atacar a las competencias locales en una gobernación que se considera una de las áreas más tensas de Yemen desde el estallido del conflicto.