"UNICEF": Ataque con dron a una mezquita en El Fasher mata a 11 niños y aumenta el sufrimiento de los civiles

La Organización de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha anunciado la muerte de al menos 11 niños en un ataque aéreo con dron que tuvo como objetivo una mezquita en la ciudad de El Fasher, capital del estado de Darfur del Norte en Sudán, el pasado viernes.
Organizaciones de ayuda locales, activistas y el ejército sudanés han acusado a las "Fuerzas de Apoyo Rápido" de llevar a cabo el ataque durante la oración del amanecer, lo que resultó en la muerte de al menos 70 personas. La directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell, describió el ataque como "impactante e incomprensible", señalando que los niños de entre 6 y 15 años estaban entre las víctimas, además de un número mayor de heridos.
También murieron tres médicos durante el ataque, según el Sindicato de Médicos de Sudán y la Red de Médicos de Sudán. Russell confirmó que el ataque ha socavado la sensación de seguridad de los niños y ha destruido sus familias, explicando que el asedio de las "Fuerzas de Apoyo Rápido" a El Fasher ha dejado a los civiles, especialmente a los niños, vulnerables a la violencia, la escasez de alimentos, agua y atención médica.
Antoine Gérard, coordinador adjunto de asuntos humanitarios en Sudán para las Naciones Unidas, señaló la continuación de los ataques a civiles dentro y fuera de El Fasher debido al asedio y la falta de rutas seguras, expresando una gran preocupación por el ataque a civiles y edificios civiles, incluidas hospitales, escuelas y mezquitas.
Un trabajador de la Organización de Respuesta a Emergencias informó que el ataque destruyó completamente la mezquita y enterró muchos cuerpos bajo los escombros, añadiendo que el peligro para los civiles se agrava debido al conflicto continuo entre el ejército sudanés y las Fuerzas de Apoyo Rápido desde abril de 2023.
Según la Organización Mundial de la Salud, la guerra en Sudán ha resultado en la muerte de al menos 40,000 personas y el desplazamiento de alrededor de 12 millones, con una amenaza real de hambruna para muchos de los habitantes.