Discurso de Trump en la ONU: El poder de América y sus implicaciones en el sistema internacional

Trump abrió su discurso hablando sobre el poder estadounidense, enfatizando que Estados Unidos "tiene la economía más fuerte y el ejército más poderoso", considerando que el crecimiento económico y la prosperidad industrial son testigos del éxito de sus políticas. También afirmó que su país posee las mayores reservas de petróleo y gas del mundo, en referencia a la capacidad de lograr la autosuficiencia energética.
En el tema de la inmigración, Trump adoptó una postura firme, amenazando a los inmigrantes indocumentados con la deportación y anunciando el uso del ejército para combatir el tráfico de drogas. También mencionó su intención de abordar el problema del tráfico de niños, considerando que la solución debe comenzar en los países de origen de la inmigración y no en los países de asilo.
A nivel internacional, Trump abordó varios temas candentes, donde pidió el fin de la guerra en Gaza y la liberación de los prisioneros, acusando a Hamás de rechazar ofertas de paz. También dirigió críticas severas a Irán, a la que describió como "el principal patrocinador del terrorismo", reafirmando su oposición a que posea armas nucleares.
En relación con la guerra en Ucrania, Trump prometió imponer tarifas que acabarían rápidamente con la guerra, criticando a países como India y China por comprar petróleo ruso, así como a los países europeos por su doble moral respecto a Rusia.
El discurso no estuvo exento de críticas a la propia organización internacional, donde Trump describió a las Naciones Unidas como incapaces de alcanzar su potencial, señalando que el proceso de construcción de su sede estuvo marcado por la corrupción. También volvió a abordar el tema del cambio climático, calificándolo de "gran engaño", justificando la retirada de su país del Acuerdo de París sobre el clima.
Parece que el discurso de Trump indica la continuación de un enfoque de política estadounidense basado en la prioridad nacional y la singularidad en la acción internacional, con un enfoque en el poder militar y económico como herramientas clave de la política exterior. Este enfoque presenta al sistema internacional el desafío de adaptarse a una visión que difiere del patrón tradicional de la diplomacia multilateral.
En el trasfondo, queda la pregunta sobre cómo reaccionará la comunidad internacional ante esta visión, especialmente en un contexto de problemas globales urgentes que requieren cooperación internacional, como el cambio climático, las crisis humanitarias y los conflictos regionales. El mayor desafío puede ser encontrar un terreno común entre esta visión unilateral y las demandas del sistema internacional multilateral.