El plan de Trump para la paz: optimismo cauteloso en medio de una realidad compleja

La encuesta publicada por el periódico israelí "Maariv" reveló que el 53% de los israelíes apoyan el plan propuesto, mientras que solo el 17% se opone. Lo más importante es que el apoyo entre los votantes de la coalición gubernamental alcanzó el 41% frente al 33% de opositores, siendo esta la primera vez que los partidarios de la iniciativa de paz superan a los opositores entre los partidarios del gobierno.
Los detalles del plan que se han discutido en los medios incluyen 21 puntos, que buscan lograr un alto el fuego inmediato y la liberación de todos los rehenes en un plazo de 48 horas, a cambio de un retiro gradual de las fuerzas israelíes de Gaza. También incluye la liberación de entre cien y doscientos prisioneros palestinos, y el desarme de Hamas bajo la supervisión de una fuerza árabe internacional.
El aspecto humanitario ha tenido un lugar importante en el plan, que estipula la apertura de los cruces sin restricciones y facilitar el acceso a la ayuda bajo la supervisión de las Naciones Unidas. También propone una visión para la reconstrucción durante cinco años, y la gestión del sector a través de una fuerza de seguridad palestina bajo supervisión árabe internacional.
Es notable que el plan incluye garantías estadounidenses de que Israel no anexará Cisjordania, lo que podría constituir un elemento de tranquilidad para el lado palestino. También propone la formación de un comité palestino para gestionar los asuntos del sector.
Estos desarrollos ocurren en un momento en que la crisis humanitaria en Gaza se intensifica, donde el número de muertos ha superado los 60,000 según estimaciones de la ONU, mientras el sector sufre de la propagación del hambre. Además, alrededor de 45 prisioneros israelíes siguen detenidos en Gaza.
Las recientes declaraciones de Trump, en las que expresó su optimismo sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo pronto, junto con los resultados de la encuesta, podrían indicar un nuevo clima que se está formando en torno a las posibilidades de paz. Sin embargo, los desafíos siguen siendo graves, especialmente en medio de las complejidades de la situación sobre el terreno y los intereses contradictorios entre las diferentes partes.
El plan propuesto representa un intento de salir del actual estancamiento, pero su éxito dependerá de la capacidad de todas las partes para hacer concesiones y encontrar una fórmula de equilibrio entre las demandas de seguridad israelíes y los derechos palestinos. El panorama sigue siendo incierto, pero el cambio en la opinión pública israelí podría abrir una nueva ventana de esperanza.