En un movimiento sorprendente y confrontativo, la administración del presidente estadounidense Donald Trump impuso nuevas restricciones financieras a la Universidad de Harvard, una de las universidades más antiguas y ricas de Estados Unidos, lo que podría amenazar su capacidad para beneficiarse de la financiación federal destinada a ayudas estudiantiles.
El Departamento de Educación de EE. UU. anunció ayer viernes que ha colocado a la Universidad de Harvard bajo lo que se conoce como "monitoreo financiero intensificado" (Heightened Cash Monitoring), un procedimiento inusual que obligará a la universidad a utilizar fondos de sus propios recursos para cubrir las ayudas estudiantiles, antes de que pueda reembolsar esas cantidades del gobierno federal.
* razón: "¿preocupaciones financieras? o ¿disputas políticas?"
El departamento justificó estas medidas por lo que describió como "preocupaciones sobre la situación financiera de Harvard", señalando decisiones recientes de la universidad, como la emisión de bonos y el despido de empleados, en medio del aumento de la tensión con la Casa Blanca.
Sin embargo, detrás de estas medidas, hay una serie de disputas políticas acumuladas entre la administración Trump y las principales instituciones académicas, encabezadas por Harvard, relacionadas con cuestiones sensibles como:
• las protestas estudiantiles a favor de los palestinos contra la campaña israelí en Gaza
• las políticas sobre personas transgénero
• los programas climáticos
• las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI).
* demandas financieras y presiones escalonadas
Dentro de una serie de demandas federales, el Departamento de Educación solicitó a Harvard que presentara una carta de crédito financiero por un valor de 36 millones de dólares para garantizar su capacidad de cumplir con sus obligaciones.
El departamento indicó en una carta oficial que "los hechos recientes han suscitado preguntas sobre la salud de la situación financiera de la universidad".
También advirtió que podría haber una suspensión total de la financiación federal de ayudas estudiantiles si la universidad no cumplía con las solicitudes de la Oficina de Derechos Civiles del departamento, que está revisando si Harvard sigue considerando la raza en sus procesos de admisión, a pesar de la decisión de la Corte Suprema en 2023 que declaró ilegal la "acción afirmativa" en las universidades.
Según el departamento, la falta de cooperación con esta oficina podría dar lugar a investigaciones legales que podrían incluir la intervención de las fuerzas del orden.
* posiciones anteriores y acuerdos financieros masivos
No es la primera vez que una universidad destacada como Harvard enfrenta presiones federales bajo la administración Trump; ya anteriormente:
_ el gobierno terminó en julio pasado investigaciones con la Universidad Columbia, que acordó pagar más de 220 millones de dólares.
_ así como con la Universidad Brown, que acordó pagar 50 millones de dólares para apoyar a la fuerza laboral local.
_ El gobierno también ofreció un acuerdo con la Universidad de California en Los Ángeles por mil millones de dólares, lo que el gobernador de California Gavin Newsom describió como "un intento de extorsión".
En cuanto a Harvard, Trump declaró en comentarios anteriores que la universidad debería pagar "no menos de 500 millones de dólares" para resolver las investigaciones en curso.
* reacciones y futuro de la financiación
Hasta el momento de redactar este informe, la Universidad Harvard no ha emitido ningún comentario oficial sobre los últimos pasos, mientras que anunció en agosto pasado que el gobierno federal había congelado alrededor de 600 millones de dólares de la financiación destinada a ella.
Las preguntas persisten sobre si estos pasos representan presiones financieras con motivaciones políticas, o si son parte de un reajuste integral de las políticas de financiación universitaria bajo la administración Trump.