Teherán: el presidente Bezhkian reafirma el rechazo a rendirse ante las presiones internacionales y enfatiza la resistencia

El presidente iraní Masoud Bezhkian declaró que Teherán "no conoce la rendición", reiterando su insistencia en que su país enfrentará los desafíos en medio del continuo aumento de las presiones internacionales sobre él.
Esto ocurrió durante su discurso en la ceremonia de homenaje a los campeones de lucha libre en Teherán, el martes, donde el presidente Bezhkian dijo: "El mundo nos impone presiones para obligarnos a rendirnos, pero rendirse no está en nuestra cultura".
Añadió reafirmando: "Que su país resistirá hasta el último aliento, y no se doblará", enfatizando la firmeza de Irán en su posición frente a las presiones externas.
En el marco de su visión sobre las formas de resistencia, Bezhkian instó a sus compatriotas a alcanzar "una plena conciencia de sus capacidades", considerando que el reconocimiento de estas potencialidades nacionales es la base para lograr la resistencia y la independencia.
Por otro lado, el presidente iraní reveló medidas prácticas que está tomando su gobierno, destacando "mejorar las relaciones con los países vecinos", en un esfuerzo por aliviar la severidad de las sanciones y fortalecer los lazos de cooperación regional.
Estas declaraciones se producen en un momento en que las relaciones internacionales relacionadas con el programa nuclear iraní están en tensión, después de que los recientes acontecimientos en el Consejo de Seguridad allanaran el camino para activar lo que se conoce como "mecanismo de gatillo", que reimpuso las sanciones internacionales de forma automática la semana pasada, tras el fracaso de la iniciativa ruso-china para posponerlas.
Los tres países europeos (Francia, Alemania y Reino Unido) habían condicionado la detención de este mecanismo a permitir que los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica tuvieran acceso completo a las instalaciones nucleares, reanudar las negociaciones con Washington y proporcionar garantías adicionales sobre el stock de uranio enriquecido.
Sin embargo, Teherán rechazó estas demandas y las describió como "ilógicas", reafirmando una vez más el carácter pacífico de su programa nuclear, y que no hará concesiones bajo presión, incluso si eso significa volver a imponer todas las sanciones internacionales.