La ciudad de Sídney, Australia, fue escenario de un horrendo incidente ayer domingo, donde un hombre disparó al azar en una calle llena de gente y coches, resultando en 20 personas heridas, incluyendo casos críticos.
La policía local confirmó que el sospechoso disparó entre 50 y 100 balas a los vehículos que pasaban, incluyendo coches de policía, sin distinción.
Horas después del incidente, las fuerzas de seguridad lograron arrestar a un hombre en sus sesenta años dentro de uno de los apartamentos, y fue trasladado al hospital para recibir tratamiento por las lesiones sufridas durante su arresto.
La policía informó que el estado de uno de los heridos es crítico, mientras que 19 más recibieron tratamiento por heridas causadas por esquirlas de vidrio.
Este tipo de incidentes son raros en Australia, que desde el tiroteo de 1996 en Tasmania, prohíbe el uso de armas automáticas y semiautomáticas, después de que aquel evento resultara en 35 muertes.
La policía continúa investigando los motivos del incidente en medio de un estado de shock en la comunidad local, mientras que las autoridades enfatizan la importancia de reforzar la seguridad y protección en lugares públicos para prevenir la repetición de tales actos aleatorios.
Este incidente vuelve a poner de relieve las cuestiones de seguridad y protección en Australia, a pesar de la estricta regulación de las leyes sobre la posesión de armas.