Un ataque suicida deja 7 muertos del ejército paquistaní a pesar de la tregua fronteriza con Afganistán

En un desarrollo dramático que refleja la fragilidad de la tregua fronteriza entre Pakistán y Afganistán, funcionarios de seguridad paquistaníes anunciaron hoy, viernes, la muerte de siete soldados y la lesión de 13 más en un ataque suicida dirigido a un campamento militar en la zona de Waziristán del Norte, cerca de la frontera.
Según declaraciones de cinco funcionarios de seguridad, el ataque se llevó a cabo cuando un militante chocó un vehículo cargado de explosivos contra la pared de un campamento fortificado utilizado por el ejército paquistaní. Paralelamente, otros dos militantes intentaron asaltar la instalación, pero fueron abatidos por las fuerzas. No se ha emitido ningún comentario oficial del ejército paquistaní sobre el incidente hasta el momento de la publicación de esta noticia.
Este ataque se produjo tras un cese al fuego cauteloso que prevaleció en la frontera entre los dos países el jueves, después de que se acordara una tregua que entró en vigor a las 13:00 GMT del miércoles. La tregua, que Islamabad anunció que duraría 48 horas, tiene como objetivo permitir "llegar a una solución positiva a través de un diálogo constructivo", tras enfrentamientos mortales que se extendieron durante varios días desde las áreas fronterizas hasta la capital afgana, Kabul.
En Kabul, reporteros de la agencia "France Presse" observaron el jueves a trabajadores municipales ocupados en reparar los daños en un vecindario, donde las huellas del humo negro aún cubrían las calles, mientras que algunos barrios permanecían sin electricidad debido al daño de los cables eléctricos.
En el lado paquistaní de la frontera, en la ciudad de Chaman, los mercados reabrieron la mañana del jueves, pero tuvieron una afluencia menor a la habitual.
Por su parte, el primer ministro paquistaní, Shahbaz Sharif, puso la responsabilidad de mantener la tregua en manos del gobierno talibán afgano. Sharif dijo durante una reunión gubernamental el jueves: "Hemos acordado un alto el fuego temporal que durará 48 horas", enfatizando que "la pelota está en su campo".
El primer ministro agregó: "Si desean resolver los problemas y satisfacer nuestras demandas legítimas, estamos listos para recibirlos. La pelota está en su campo".