Starmer critica la decisión de prohibir a los aficionados del Maccabi Tel Aviv asistir al partido contra Aston Villa y la califica de "errónea"

Starmer describió la decisión a través de la plataforma "X" como "errónea", afirmando que Gran Bretaña no tolerará el antisemitismo, y que el papel de la policía debe limitarse a garantizar la seguridad de todos los aficionados y permitirles disfrutar del partido sin miedo a la violencia o la intimidación.
La decisión se tomó después de advertencias de seguridad sobre la posibilidad de protestas masivas fuera del estadio, especialmente en medio de las continuas manifestaciones contra la guerra en Gaza, además de un historial previo de aficionados del Maccabi que se vieron involucrados en actos de violencia en Ámsterdam el año pasado.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores israelí, Gideon Sa'ar, calificó la decisión del Aston Villa de "vergonzosa", considerando que discrimina a los aficionados del equipo israelí.
El asunto ha suscitado un amplio debate político en Gran Bretaña, ya que los partidarios de la decisión creen que tiene como objetivo prevenir posibles enfrentamientos entre aficionados y manifestantes, mientras que sus opositores consideran que la prohibición colectiva de los aficionados de un equipo completo representa un precedente peligroso y da una impresión de discriminación.
Esta controversia coloca al gobierno de Starmer en una posición delicada, especialmente con el aumento de las tensiones internas en torno a cuestiones de antisemitismo y protestas contra Israel, lo que convierte el próximo partido entre Aston Villa y Maccabi Tel Aviv en un evento deportivo con dimensiones políticas y de seguridad que trascienden el ámbito del fútbol.