En un lujoso apartamento en uno de los barrios exclusivos de El Cairo, se reveló uno de los casos más controvertidos en los círculos mediáticos egipcios, después de que las autoridades detuvieran a la presentadora y productora de televisión Sara Khalifa por tráfico de drogas, un caso que sacudió tanto al mundo del espectáculo como al público en general.
La información inicial reveló que Sara, quien había estado vinculada a un conocido jugador de fútbol internacional que había jugado en los clubes Zamalek y Al Ahly, así como en la selección egipcia, convirtió su apartamento en un centro de distribución de drogas.
A medida que avanzaban las investigaciones, se descubrió que el apartamento no solo se utilizaba para distribuir drogas, sino que también era uno de los laboratorios para mezclar y preparar "cannabis sintético", como parte de una red especializada en el tráfico de esta sustancia peligrosa.
Las investigaciones revelaron que los involucrados en la red habían importado grandes cantidades de materias primas para fabricar cannabis sintético, y habían utilizado dos apartamentos en El Cairo con este propósito, uno de los cuales pertenecía a la presentadora.
Las autoridades lograron incautar 200 kilogramos de drogas listas para distribuir, además de equipos de mezcla y fabricación, una cantidad de joyas de oro, grandes sumas de dinero en moneda local y extranjera, además de cinco autos que formaban parte de los beneficios de esta actividad ilegal.
El valor total de lo incautado se estimó en alrededor de 420 millones de libras, lo que refleja la magnitud de la red criminal en la que participaba Sara Khalifa, de 31 años, quien había comenzado su carrera presentando programas de televisión antes de incursionar en la producción artística.
Las investigaciones continúan en un intento por descubrir a los cómplices de la presentadora y a aquellos que frecuentaban su casa y se sospecha que estaban involucrados en esta red, causando una gran conmoción entre sus seguidores y la comunidad mediática egipcia.