Mousavi: Irán no negociará sus intereses nacionales y responderá con dureza a cualquier "nuevo error"

El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes, el general Abdolrahim Mousavi, afirmó que su país se niega a negociar sus intereses nacionales, durante la continuación de sus negociaciones nucleares con la troika europea compuesta por Francia, Alemania y el Reino Unido.
Mousavi advirtió en un discurso con motivo del aniversario de la guerra Irán-Irak, citando a la agencia de noticias Tasnim hoy lunes, diciendo: "Si el enemigo comete nuevos errores, recibirá una respuesta contundente que lo hará arrepentirse".
Estas declaraciones se producen en un momento en que Teherán enfrenta crecientes presiones diplomáticas, tras la votación del Consejo de Seguridad la semana pasada en contra de levantar permanentemente las sanciones impuestas a ella, y el restablecimiento por parte de las potencias europeas de las sanciones de la ONU a través de un mecanismo que duró 30 días, alegando que Irán no cumplió con el acuerdo nuclear de 2015.
El funcionario militar iraní recordó una guerra que duró 12 días, considerando que "el enemigo fracasó durante la guerra de 12 días ante la fuerza militar y defensiva local, las capacidades regionales, y la respuesta decisiva y proporcional de las Fuerzas Armadas iraníes", en referencia a la escalada con Israel en junio pasado.
Mousavi enfatizó la necesidad de "desarrollar tecnología defensiva moderna y avanzada, fortalecer la capacidad de disuasión, y estar preparados para enfrentar la guerra compuesta, especialmente la guerra cognitiva que lanza el enemigo", insinuando así a Israel.
También afirmó que las Fuerzas Armadas están "preparadas, basándose en sorpresas estratégicas, para enfrentar cualquier amenaza impuesta por los opresores en el mundo, con una respuesta inmediata, contundente y disuasoria que supera la imaginación".
Estas declaraciones coinciden con informes israelíes que revelaron que el servicio de inteligencia "Mossad" había desplegado cerca de 100 agentes extranjeros dentro de Irán antes de la guerra de junio, en una operación descrita como "sin precedentes en términos de tamaño y complejidad", cuyo objetivo era, según las fuentes, "atacar plataformas de misiles balísticos iraníes y sistemas de defensa aérea, además de proporcionar apoyo directo a los ataques aéreos israelíes".
Se espera que el mecanismo de sanciones europeo restablezca la prohibición de armas y el enriquecimiento de uranio y actividades de misiles balísticos, así como la congelación de activos de individuos y entidades iraníes en todo el mundo, a menos que se llegue a un acuerdo con Teherán.