Gran Bretaña ha declarado un estado de alerta máxima tras un ataque sangriento dirigido a una sinagoga judía en la ciudad de Manchester, en el noroeste de Inglaterra, que resultó en la muerte de dos personas y heridas a tres más, en medio de un gran pánico en el país.
El ataque ocurrió el jueves, coincidiendo con el Día del Perdón judío "Yom Kipur", cuando un automóvil atropelló a un grupo de fieles frente a la sinagoga, luego el atacante apuñaló a un guardia de seguridad, antes de que las fuerzas policiales respondieran abriendo fuego y matándolo de inmediato.
La policía ha declarado el incidente como un acto de terrorismo.
El atacante, llamado Jihad Al-Shami, británico de origen sirio, llevaba un chaleco explosivo que resultó ser no operativo.
El jefe de policía de Gran Manchester, Stephen Watson, confirmó que Al-Shami no portaba un arma de fuego, y que la herida de una de las víctimas por disparo pudo haber ocurrido durante la respuesta de la policía al ataque, en un incidente trágico e involuntario.
Aclaró que una de las víctimas fatales y uno de los heridos sufrieron lesiones causadas por disparos de las fuerzas de seguridad, mientras que otros dos heridos se encuentran en estado crítico.
La ministra del Interior, Shabana Mahmood, confirmó que Gran Bretaña está en "estado de alerta máxima" con el despliegue de fuerzas policiales adicionales alrededor de los lugares de culto judíos para garantizar la seguridad de los ciudadanos. Por su parte, el primer ministro Keir Starmer visitó el lugar del ataque y prometió reforzar las medidas de seguridad de inmediato.
En este contexto, la policía ha arrestado a tres sospechosos, dos hombres en sus treinta y una mujer en sus sesenta, por sospecha de estar relacionados con el ataque o actividades terroristas.
Este ataque es el peor en Europa desde el ataque de Hamas a asentamientos israelíes el 7 de octubre de 2023, lo que destaca el aumento de las tensiones de seguridad en la región y Europa.
Gran Bretaña continúa reforzando sus medidas de seguridad mientras enfrenta un creciente duelo y enojo popular, en medio de llamados a la solidaridad con la comunidad judía y a proteger los lugares de culto de cualquier amenaza futura.