El Primer Ministro de Irak anuncia un plan para terminar la dependencia del país del gas iraní para 2028

El Primer Ministro iraquí, Mohammed Shia' al-Sudani, reveló un ambicioso plan que tiene como objetivo terminar la dependencia del país de la importación de gas iraní, que cuesta alrededor de 4 mil millones de dólares anuales, para el año 2028. El anuncio se realizó durante una reunión con la red "CNBC", donde al-Sudani destacó la estrategia de su país para abordar los desequilibrios estructurales en el sector energético.
Al-Sudani explicó que el gobierno está trabajando en implementar "una visión clara para abordar el desequilibrio estructural que afecta la capacidad de Irak para producir electricidad y proporcionarla a los ciudadanos". La piedra angular de esta visión son las amplias inversiones en proyectos de captura de gas asociado, que actualmente se desperdicia y se estima que tiene un valor anual de entre 4 y 5 mil millones de dólares. Se han firmado acuerdos con grandes empresas internacionales como "Total Energies" de Francia y empresas chinas y emiratíes para invertir en estos proyectos.
El gas iraní importado representa actualmente alrededor de un tercio de la producción de electricidad en Irak, y a pesar de ello, el país sigue sufriendo cortes de energía recurrentes, lo que obliga a los ciudadanos a depender de generadores privados costosos y contaminantes.
En este contexto, Irak, el segundo mayor productor de la OPEP, busca lograr un delicado equilibrio en sus relaciones internacionales entre las potencias globales y regionales. Mientras Bagdad mantiene relaciones defensivas con Washington, que aún tiene alrededor de 2500 soldados en su territorio, también abre la puerta a inversiones chinas y del Golfo para reconstruir su infraestructura energética.
Al-Sudani afirmó que su gobierno ha adoptado "un enfoque de múltiples vías" que combina empresas estadounidenses, europeas, chinas y del Golfo. Señaló acuerdos preliminares con empresas como "Chevron", "ExxonMobil", "Halliburton" y "Schlumberger", además de inversiones qataríes que superan los 5 mil millones de dólares, y proyectos saudíes y emiratíes en el ámbito de las energías renovables, incluido un proyecto con la empresa "Masdar" para producir 1000 megavatios de electricidad.
Irak es uno de los principales actores en el mercado energético mundial, ya que posee la quinta mayor reserva de petróleo confirmada en el mundo, estimada en alrededor de 145 mil millones de barriles, según datos de la OPEP. Estas reservas se concentran en gigantescas campos en el sur del país, como Rumaila, West Qurna y Majnoon, además de reservas prometedoras en el norte, como Kirkuk.
A pesar de esta riqueza, la inversión en infraestructura petrolera sigue siendo un desafío significativo para aumentar la producción, debido a la necesidad de desarrollar tecnologías de extracción y mejorar las capacidades de refinación y transporte.
Irak enfrenta un desafío adicional que son las posibles consecuencias del regreso de las sanciones occidentales a Teherán. Después de que las potencias europeas activaran el mecanismo "SnapBack" para reimponer las sanciones levantadas en 2015, se cierne el peligro de que estas medidas afecten a la economía iraquí, que está vinculada a su vecino oriental.
Los observadores advierten que Irán podría intentar eludir las restricciones a través del sistema bancario iraquí, especialmente después de que se prohibiera a varios bancos locales operar en dólares a principios de este año como parte de una campaña estadounidense contra el lavado de dinero y el contrabando de divisas.
Desde las protestas de la "Revolución de Octubre" en 2019, que exigieron el fin de la corrupción y las intervenciones externas, el gobierno actual se ha comprometido a un camino de reforma. Al-Sudani dijo: "Hemos comenzado a reformar las entidades de supervisión responsables de combatir la corrupción, y hemos establecido nuevos mecanismos para mejorar la transparencia y la integridad procesal".
También se refirió a las reformas en el sector financiero y bancario que han contribuido a "fortalecer la presencia de empresas de inversión", señalando la apertura de una nueva ciudad de industrias farmacéuticas con la participación de empresas estadounidenses y británicas, en un esfuerzo por diversificar la economía y crear oportunidades de empleo.
Con las elecciones parlamentarias programadas para el 11 de noviembre próximo, Irak enfrenta un gran desafío demográfico, ya que el 60% de la población tiene menos de 30 años. Al-Sudani busca enfrentar el doble desafío de la crisis económica derivada del desempleo y el aumento del costo de vida, al mismo tiempo que promueve la estabilidad política y garantiza elecciones libres y justas.
Los analistas afirman que los jóvenes son la clave para el cambio social y político en Irak, y que las políticas de empoderamiento en educación, empleo y formación profesional podrían ser el mayor incentivo para aumentar la participación electoral y lograr estabilidad a largo plazo.
El gobierno apuesta por la tecnología y la transformación digital para ampliar la base de servicios públicos, mejorar la eficiencia de la administración gubernamental y facilitar el acceso de los jóvenes a la economía formal, alejándose del sector petrolero tradicional, en un momento en que el país enfrenta múltiples presiones económicas y políticas que hacen que el empoderamiento de los jóvenes sea vital para el futuro y la estabilidad de Irak.