Iraqí ataca al presentador de "CNN" y revela un documento que prueba la financiación de Israel a influencers en redes sociales

El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Araqchi, criticó duramente al presentador y activista de derechos humanos estadounidense Van Jones, en respuesta a las declaraciones de este último que acusaron a Irán de difundir "campañas de desinformación" sobre la guerra en Gaza.
Esto ocurrió a través de la plataforma "X", donde el diplomático iraní respondió a una disculpa que Jones ofreció tras su aparición en el programa "Real Time with Bill Maher", donde describió los videos que muestran a bebés víctimas en Gaza como una "amplia campaña de desinformación" llevada a cabo en nombre de Irán.
Jones escribió en su disculpa: "Hice comentarios injustos y dañinos sobre la guerra en Gaza durante mi aparición con Bill Maher... Me disculpo".
En su respuesta, Araqchi negó que Irán pagara a personas o influencers para difundir "mentiras" en redes sociales, señalando que Israel es quien practica esta política. El ministro adjuntó parte de un informe del Instituto "Quincy" que reveló que Israel paga miles de dólares a influencers en Estados Unidos por cada publicación que apoya su narrativa sobre la guerra en la Franja de Gaza.
Según el informe publicado el 2 de octubre, y basado en un documento presentado bajo la Ley de Registro de Agentes Extranjeros (FARA), algunos "influencers reciben alrededor de 7000 dólares por publicación en plataformas como TikTok e Instagram en nombre de Israel".
El documento reveló que la empresa de relaciones públicas "Bridges Partners" presentó facturas al grupo "Havas Media" en Alemania, como parte de una campaña conocida como "Proyecto Esther", que forma parte de un esfuerzo israelí más amplio para moldear la opinión pública, que las autoridades israelíes describen como "el octavo frente" en su guerra.
Las facturas documentaron un monto de 900,000 dólares destinado a "pagos a influencers" entre los meses de abril y noviembre de este año. Después de deducir los costos administrativos, quedaron 552,946 dólares para los propios influencers.
Se esperaba que estos pagos se distribuyeran entre un grupo de entre 14 y 18 influencers, quienes producirían entre 75 y 90 publicaciones durante ese período, lo que significa que cada publicación costó entre 6,143 y 7,372 dólares. El documento no reveló los nombres de los influencers involucrados.