En un fenómeno cósmico sin precedentes que ha desconcertado a los astrónomos de todo el mundo, se ha observado una serie de explosiones de rayos gamma _que son los tipos de explosiones más poderosos conocidos en el universo_ que emanan de la misma fuente en un solo día, lo cual desafía todas las hipótesis y modelos científicos existentes.
El evento, que fue anunciado en un comunicado oficial emitido por el Observatorio Europeo del Sur, fue descrito como "sin precedentes" en la historia de la astronomía moderna, ya que las explosiones de rayos gamma (GRBs) conocidas ocurren una sola vez por cada fuente, dado que son el resultado de eventos destructivos que no se repiten, como la explosión de una estrella masiva o su absorción por un agujero negro.
Pero lo que ocurrió en el verano de este año sorprendió a los científicos;
el 2 de julio, el telescopio espacial "Fermi" de la NASA detectó tres destellos consecutivos de rayos gamma, provenientes del mismo lugar en el cielo en solo unas pocas horas.
Tras analizar los datos, los científicos descubrieron que la misma fuente había mostrado actividad radiante aproximadamente un día antes, basándose en datos recopilados por el telescopio "Einstein", especializado en la observación de rayos X, que es operado por China en colaboración con la Agencia Espacial Europea y el Instituto Max Planck de Alemania.
El fenómeno no fue solo una repetición rara, sino que también fue de alta energía y de larga duración; el astrónomo Andrew Levan de la Universidad Radboud en los Países Bajos confirmó que esta señal duró "entre 100 y 1000 veces más" que la mayoría de las explosiones de rayos gamma conocidas, lo que aumenta su misterio y complica su interpretación.
Al principio, los científicos pensaron que las explosiones podrían haber ocurrido dentro de la galaxia Vía Láctea, lo que habría hecho que el evento estuviera mucho más cerca de nosotros y, por lo tanto, menos extraño.
Sin embargo, utilizando el telescopio gigante "VLT" en el desierto de Atacama en Chile, los investigadores pudieron determinar que la fuente podría estar en otra galaxia, a miles de millones de años luz de distancia.
Esta hipótesis fue confirmada posteriormente por el telescopio espacial "Hubble".
Esta enorme distancia significa que la cantidad de energía emitida por el evento fue inusualmente alta, y podría superar cualquier explosión cósmica documentada anteriormente.
El Dr. Antonio Martín - Carrillo de la Universidad de Dublín en Irlanda, uno de los participantes en el estudio publicado en la revista The Astrophysical Journal Letters, comentó sobre el fenómeno diciendo:
"Teóricamente, es imposible que una explosión de rayos gamma se repita desde la misma fuente, porque el evento que la produce suele ser destructivo y definitivo. Lo que vimos este verano contradice completamente esta regla, y lo hace único en comparación con cualquier cosa que hayamos observado en los últimos cincuenta años".
En cuanto a la interpretación del evento, los científicos todavía están desconcertados; algunos de los escenarios propuestos incluyen un colapso inusual de una estrella muy masiva, o quizás la destrucción total de una estrella extraña por un agujero negro aún más extraño.
Pero hasta ahora, no hay una explicación definitiva o un modelo científico capaz de contener este evento dentro de la comprensión actual de la física astrofísica.
Este descubrimiento asombroso abre la puerta a una reevaluación de muchos conceptos relacionados con la muerte estelar, los agujeros negros y la energía cósmica, y podría revelar nuevos tipos de cuerpos celestes o procesos físicos que no se conocían anteriormente.
Los científicos están en una carrera contra el tiempo para entender lo que sucedió, ya que estas señales que provienen de las profundidades del universo pueden contener secretos capaces de cambiar nuestra perspectiva sobre la naturaleza del propio universo.