Las autoridades paquistaníes están en una carrera crucial contra el tiempo para salvar la vida de al menos 1.6 millones de personas que enfrentan el peligro de inundaciones masivas, mientras continúa el aumento del nivel del agua en los ríos que han arrasado aldeas enteras, según lo anunciado por fuentes oficiales y organismos de las Naciones Unidas este miércoles.
Según la Agencia Nacional de Manejo de Desastres de Pakistán, las inundaciones y deslizamientos de tierra provocados por las intensas lluvias monzónicas y el desbordamiento de lagos glaciares desde junio pasado han resultado en la muerte de 928 personas, en una de las peores catástrofes naturales que ha enfrentado el país en los últimos años.
La Agencia de las Naciones Unidas para la Gestión de Desastres informó que cerca de 6 millones de personas se han visto afectadas por esta catástrofe, especialmente en las regiones montañosas del norte, y en el noroeste del país, llegando hasta las regiones centrales.
Por su parte, la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios ( OCHA ) anunció que la situación está empeorando después de que las aguas de las inundaciones alcanzaran la provincia de Sindh, en el sur de Pakistán, lo que amenaza la vida de más de 1.6 millones de personas que podrían necesitar ser evacuadas o rescatadas de manera urgente.
En una declaración de advertencia, el Primer Ministro de Sindh, Murad Ali Shah, dijo:
"Hasta ahora hemos logrado evacuar a unas 200,000 personas de las áreas cercanas a los cauces de los ríos, pero nos estamos preparando para rescatar a más en los próximos días, la situación sigue siendo peligrosa y volátil".
Las autoridades locales, junto con agencias de ayuda internacionales, están trabajando las 24 horas para llevar asistencia y suministros de emergencia a los afectados, pero la magnitud de la catástrofe y los desafíos logísticos en las áreas afectadas obstaculizan significativamente los esfuerzos de ayuda.
Los expertos en medio ambiente advierten que el cambio climático y los cambios acelerados en los patrones climáticos contribuyen a la repetición de estas catástrofes a un ritmo más destructivo, instando a la comunidad internacional a brindar apoyo urgente a Pakistán para enfrentar la crisis y evitar una mayor catástrofe humanitaria.