Reino Unido y Estados Unidos a punto de firmar un histórico acuerdo tecnológico

Con la inminente visita del presidente estadounidense Donald Trump al Reino Unido, las relaciones tecnológicas entre los dos países han entrado en una nueva fase avanzada con el anuncio de la embajada británica en Washington sobre un acuerdo de alto nivel en preparación.
Un comunicado de la embajada, el sábado, indicó que el Reino Unido y Estados Unidos se están preparando para firmar un importante acuerdo tecnológico en los próximos días que tiene como objetivo fortalecer la cooperación entre los sectores tecnológicos de ambos países, cuyo valor se estima en alrededor de un billón de dólares cada uno, "lo que apoyará las oportunidades disponibles para las empresas y consumidores en ambos lados del Atlántico".
Esta asociación, cuyos detalles finales aún están en negociación, se centrará en tecnologías clave que incluyen inteligencia artificial, semiconductores, comunicaciones y computación cuántica.
En este contexto, la ministra de tecnología británica, Liz Kendall _quien asumió su cargo el cinco de septiembre_ comentó en el comunicado: "La tecnología avanzada, como la inteligencia artificial y la computación cuántica, cambiará nuestras vidas".
Se espera que el presidente Trump llegue al Reino Unido el martes en su segunda visita oficial, que se prevé dure tres días, acompañado de una delegación de alto nivel de importantes ejecutivos estadounidenses, entre ellos Jensen Huang, CEO de NVIDIA, y Sam Altman, CEO de OpenAI.
En relación con el anuncio del comunicado, la empresa BlackRock planea invertir 700 millones de dólares en centros de datos británicos, como parte de una serie de acuerdos que se espera se anuncien durante la visita.
Este acuerdo refuerza el camino de cooperación tecnológica entre los dos países, después de que ambos lanzaran a principios de año planes de trabajo conjuntos en el campo de la inteligencia artificial, mientras que empresas estadounidenses como Anthropic y OpenAI intensifican su actividad internacional al abrir oficinas en Londres, mientras que empresas británicas como DeepMind continúan invirtiendo en la cooperación transatlántica.