En un nuevo desarrollo respecto a la tensión en la frontera europea oriental, el Ministerio de Defensa ruso anunció hoy miércoles que sus fuerzas armadas no han planeado ni han tenido como objetivo ninguna ubicación dentro del territorio polaco, mientras que Estados Unidos confirmó su apoyo total a sus aliados de la OTAN tras el incidente de la incursión en el espacio aéreo polaco.
El ministerio declaró en un comunicado oficial: "No ha habido ninguna planificación para atacar ubicaciones dentro de Polonia", aclarando que el alcance de los drones rusos que se dice que cruzaron al territorio polaco no supera los 700 kilómetros.
Por su parte, el embajador estadounidense ante la OTAN Matthew Whitaker, a través de la plataforma "X" (anteriormente Twitter), afirmó que Washington se mantiene firme al lado de sus aliados frente a las violaciones que ocurrieron en el espacio aéreo polaco, enfatizando que la defensa de cada pulgada del territorio de la OTAN es una prioridad innegociable.
En el mismo contexto, el Kremlin se negó a hacer cualquier comentario oficial sobre la incursión de drones en el espacio aéreo polaco, limitándose a decir que este tema es competencia del Ministerio de Defensa ruso.
El portavoz del Kremlin Dmitry Peskov señaló que las acusaciones diarias dirigidas a Rusia por líderes de la Unión Europea y la OTAN "a menudo llegan sin presentar pruebas o justificaciones".
Por su parte, Polonia, que forma parte de la OTAN, anunció que había detectado 19 violaciones de su espacio aéreo, y derribó al menos tres drones la noche pasada, lo que llevó al primer ministro polaco Donald Tusk a convocar conversaciones urgentes con aliados de la OTAN para coordinar una respuesta a estas violaciones.
En un paso diplomático, Polonia convocó al encargado de negocios ruso Andrei Ordash para que proporcionara aclaraciones sobre el incidente, aunque este último negó cualquier vínculo de Rusia con estos drones, alegando que habían despegado del lado ucraniano, sin presentar pruebas que respalden esta afirmación.
Este aumento de tensiones refleja la continua inestabilidad en la región, en medio de advertencias internacionales sobre la escalada del conflicto y su impacto en la estabilidad de Europa.