Grandes cambios en las etiquetas de los teléfonos inteligentes a partir de junio de 2025.
April 22, 2025150 VisitasTiempo de lectura: 3 minutos
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A partir de junio próximo, el concepto de compra inteligente en Europa cambiará, ya que la Unión Europea obligará a los fabricantes a colocar una nueva etiqueta en teléfonos inteligentes y tabletas, que permitirá a los consumidores acceder a información detallada sobre la vida útil de la batería y la eficiencia del dispositivo. Esta etiqueta es parte del plan de la Unión Europea para mejorar la transparencia y proporcionar una herramienta que permita a los consumidores tomar decisiones de compra más informadas, reflejando el creciente compromiso de Europa con la sostenibilidad y la eficiencia energética. La nueva etiqueta, llamada "Etiqueta de Energía Europea" (EPREL), incluirá siete datos principales como la vida útil de la batería, la durabilidad del dispositivo, su capacidad de reparación y el nivel de soporte de software. Estos datos estarán disponibles en el embalaje al comprar el dispositivo en los mercados europeos, lo que ayuda a garantizar que el consumidor sepa exactamente lo que está comprando. Este sistema se aplicará a teléfonos inteligentes tradicionales y tabletas con pantallas de entre 7 y 17.4 pulgadas, además de teléfonos no conectados a Internet. Sin embargo, los dispositivos plegables y cualquier producto vendido antes del 20 de junio de 2025 estarán exentos. Según las nuevas regulaciones, los fabricantes deberán cumplir con cinco estrictos estándares ambientales, que incluyen la resistencia del dispositivo a caídas, agua y polvo, y la vida útil de la batería que debe alcanzar 800 ciclos de carga manteniendo el 80% de su capacidad original, además de proporcionar piezas de repuesto durante un período de hasta 7 años después de que se deje de vender el dispositivo. Las empresas también deberán ofrecer actualizaciones del sistema operativo durante al menos 5 años, y permitir a los técnicos profesionales acceder al software necesario para reparar los dispositivos. Este paso es parte de una amplia iniciativa europea para mejorar la eficiencia energética y reducir los desechos electrónicos. Se espera que este sistema tenga un impacto más allá de Europa, ya que las empresas podrían adoptar estos estándares a nivel mundial, beneficiando a los consumidores en todo el mundo. Las estimaciones sugieren que esta iniciativa podría ahorrar a las familias europeas hasta 150 euros al año, además de reducir las emisiones de carbono en aproximadamente 46 millones de toneladas al año, contribuyendo a alcanzar los objetivos de eficiencia energética de la Unión Europea para 2030. Estas actualizaciones no son solo mejoras tecnológicas, sino un gran paso hacia un futuro más sostenible en el campo de la electrónica, permitiendo a los consumidores elegir dispositivos que se ajusten a sus necesidades ambientales y financieras.