Al-Shara en las Naciones Unidas: ¿un cambio diplomático o una nueva fase en la política estadounidense hacia Siria?
September 9, 2025115 VistasTiempo de lectura: 3 minutos

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En un notable desarrollo diplomático, Estados Unidos otorgó al presidente sirio Ahmad al-Shara una visa para participar en la 80ª sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York del 21 al 25 de septiembre. Este paso parece ser más que un simple procedimiento protocolar rutinario, representa la cúspide de un camino diplomático acelerado que comenzó con el histórico encuentro entre al-Shara y el presidente estadounidense Donald Trump en Riad en mayo pasado.
La visita lleva símbolos y significados profundos. El discurso de al-Shara programado para el 24 de septiembre será el primer discurso de un presidente sirio en la organización internacional en seis décadas, mientras que fuentes han hablado de un posible encuentro con Trump y otro en "la casa turca" junto al presidente Erdogan. Estos movimientos diplomáticos simultáneos indican un cambio fundamental en la posición internacional hacia Siria, especialmente después de la caída del régimen de Assad a finales de 2024.
El contexto interno estadounidense parece importante para entender estos desarrollos. La administración de Trump, que comenzó su segundo mandato en enero pasado, busca lograr un logro diplomático en el expediente sirio, alineándose con el lema "América Primero" y su esfuerzo por reducir los costos financieros y humanos de la presencia estadounidense en el extranjero. Las declaraciones del enviado estadounidense Thomas Barak sobre "la confianza en al-Shara" y la coincidencia de objetivos reflejan esta tendencia.
El apoyo conjunto saudí-turco al expediente sirio añade una dimensión regional importante. Tanto Riad como Ankara, a pesar de sus posiciones anteriores diferentes, parecen ahora unidas en apoyo al nuevo camino político en Damasco y presionando para detener las violaciones israelíes. Esta alianza regional no convencional podría constituir una fuerza impulsora para la solución política.
Sin embargo, los desafíos aún persisten. La eliminación gradual de las sanciones estadounidenses sobre Siria, a pesar de su importancia económica, no resolverá los problemas estructurales que sufre el país tras años de guerra y destrucción. Además, el acercamiento estadounidense-sirio podría despertar la inquietud de aliados tradicionales de Estados Unidos en la región.
La visita plantea preguntas cruciales sobre el futuro de Siria: ¿será una puerta hacia la estabilidad regional o un nuevo campo de competencias internacionales? ¿Y cómo se puede convertir la oportunidad diplomática en una realidad tangible en las calles sirias? Las respuestas no vendrán de los discursos de las Naciones Unidas, sino de la capacidad de los actores locales e internacionales para transformar los saludos diplomáticos en proyectos de reconstrucción y verdaderas rutas de reconciliación nacional.
La visita de al-Shara a Nueva York representa más que un momento diplomático pasajero, es una verdadera prueba de la voluntad de la comunidad internacional para apoyar un proceso de transición sirio liderado por sirios, que cuenta con el apoyo regional e internacional que podría ser la última oportunidad para Siria tras años de sufrimiento.
La visita lleva símbolos y significados profundos. El discurso de al-Shara programado para el 24 de septiembre será el primer discurso de un presidente sirio en la organización internacional en seis décadas, mientras que fuentes han hablado de un posible encuentro con Trump y otro en "la casa turca" junto al presidente Erdogan. Estos movimientos diplomáticos simultáneos indican un cambio fundamental en la posición internacional hacia Siria, especialmente después de la caída del régimen de Assad a finales de 2024.
El contexto interno estadounidense parece importante para entender estos desarrollos. La administración de Trump, que comenzó su segundo mandato en enero pasado, busca lograr un logro diplomático en el expediente sirio, alineándose con el lema "América Primero" y su esfuerzo por reducir los costos financieros y humanos de la presencia estadounidense en el extranjero. Las declaraciones del enviado estadounidense Thomas Barak sobre "la confianza en al-Shara" y la coincidencia de objetivos reflejan esta tendencia.
El apoyo conjunto saudí-turco al expediente sirio añade una dimensión regional importante. Tanto Riad como Ankara, a pesar de sus posiciones anteriores diferentes, parecen ahora unidas en apoyo al nuevo camino político en Damasco y presionando para detener las violaciones israelíes. Esta alianza regional no convencional podría constituir una fuerza impulsora para la solución política.
Sin embargo, los desafíos aún persisten. La eliminación gradual de las sanciones estadounidenses sobre Siria, a pesar de su importancia económica, no resolverá los problemas estructurales que sufre el país tras años de guerra y destrucción. Además, el acercamiento estadounidense-sirio podría despertar la inquietud de aliados tradicionales de Estados Unidos en la región.
La visita plantea preguntas cruciales sobre el futuro de Siria: ¿será una puerta hacia la estabilidad regional o un nuevo campo de competencias internacionales? ¿Y cómo se puede convertir la oportunidad diplomática en una realidad tangible en las calles sirias? Las respuestas no vendrán de los discursos de las Naciones Unidas, sino de la capacidad de los actores locales e internacionales para transformar los saludos diplomáticos en proyectos de reconstrucción y verdaderas rutas de reconciliación nacional.
La visita de al-Shara a Nueva York representa más que un momento diplomático pasajero, es una verdadera prueba de la voluntad de la comunidad internacional para apoyar un proceso de transición sirio liderado por sirios, que cuenta con el apoyo regional e internacional que podría ser la última oportunidad para Siria tras años de sufrimiento.