En un nuevo aumento de tensión que amenaza los frágiles esfuerzos de paz en Oriente Medio, Rusia expresó hoy miércoles su enérgica condena al ataque israelí que tuvo como objetivo a líderes de Hamas dentro de la capital qatarí, Doha, y consideró que este acto representa una violación flagrante del derecho internacional y una infracción de la soberanía del Estado de Qatar, que juega un papel crucial en la mediación para poner fin a la guerra en Gaza que ha durado casi dos años.
En un comunicado oficial, el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso afirmó que "el ataque aéreo israelí en el territorio del Estado soberano de Qatar solo puede interpretarse como un intento deliberado de frustrar los esfuerzos internacionales para alcanzar una solución pacífica al conflicto palestino-israelí", añadiendo que este paso "constitute una grave amenaza para la estabilidad de toda la región y merece la más enérgica condena".
Moscú subrayó que recurrir a tales métodos en "la persecución de aquellos que Israel considera sus enemigos fuera de sus fronteras" conlleva graves riesgos y refleja un desprecio flagrante por los principios de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional.
Rusia también instó a todas las partes involucradas a "ejercer el máximo autocontrol y evitar cualquier acción que pueda agravar la situación y complicar los esfuerzos para llegar a una solución política".
La posición rusa coincide con la celebración de una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad de la ONU hoy miércoles, solicitada por Argelia y varios países miembros, para discutir las repercusiones del sorpresivo ataque israelí en el territorio qatarí.
Hamas había anunciado anteriormente la muerte de seis de sus miembros en el ataque que ocurrió ayer martes en uno de los barrios de Doha, entre ellos el hijo de Khalil al-Hayya, uno de los líderes más destacados del movimiento en el extranjero y de los más influyentes.
El gobierno qatarí condenó el ataque, describiéndolo como "una violación flagrante de todas las leyes y normas internacionales, y una amenaza directa a la seguridad y la integridad de los habitantes en su territorio".
Por su parte, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu justificó la operación diciendo que era "una respuesta a dos ataques que apuntaron a ciudadanos y soldados israelíes, uno de los cuales ocurrió en Jerusalén y el otro en Gaza", sin proporcionar detalles adicionales sobre las circunstancias de la operación en Doha.
Qatar, junto con Egipto y Estados Unidos, desempeña un papel clave en la mediación entre Israel y Hamas, especialmente en lo que respecta a las negociaciones sobre un alto el fuego y el intercambio de prisioneros, a pesar de que estas negociaciones se han estancado durante varios meses.
Los observadores temen que esta operación pueda socavar los esfuerzos diplomáticos en curso y complicar aún más el panorama político y de seguridad en la región, especialmente en medio de las crecientes tensiones y el conflicto continuo en Gaza que ha durado casi dos años sin un horizonte claro para la solución.