El poder judicial iraquí revela detalles del asesinato del candidato parlamentario Safaa Al-Mashhadani

El poder judicial iraquí ha revelado nuevos detalles sobre el crimen de asesinato del candidato a las elecciones parlamentarias, Safaa Al-Mashhadani, que ocurrió hace aproximadamente diez días en la zona de Tarmiya, al norte de Bagdad, confirmando que el motivo detrás del incidente tiene un "carácter criminal relacionado con la competencia electoral entre los habitantes de la misma región".
Este anuncio se realizó a través de un comunicado del Tribunal de Investigación de Karkh, en el que se aclaró que "las investigaciones revelaron la participación de dos de los acusados, quienes confesaron haber cometido el crimen, y se estableció su papel principal en la ejecución del incidente a través de pruebas técnicas y el análisis de las grabaciones de las cámaras de vigilancia".
Por su parte, el juez del tribunal de investigación especializado confirmó en declaraciones separadas que "las investigaciones demostraron que el incidente tiene un carácter criminal relacionado con la competencia electoral entre los habitantes de la misma región", lo que da un sentido definitivo al crimen que ha sacudido los círculos políticos.
Anteriormente, el Ministerio del Interior iraquí anunció la detención de 5 acusados involucrados en el asesinato, que tuvo como objetivo a Al-Mashhadani durante una gira de campo en la madrugada del 15 de octubre. Posteriormente, el Consejo Superior de Justicia confirmó la detención de acusados que confesaron haber llevado a cabo el crimen.
Este incidente es el primer asesinato político registrado en la carrera electoral para las elecciones parlamentarias programadas para el 11 de noviembre de 2025. Safaa Al-Mashhadani, miembro del Consejo de la Gobernación de Bagdad, se postulaba para las elecciones en la lista de "Alianza de la Soberanía", que es una de las entidades políticas suníes más importantes, presidida por Jameel Al-Khanjar y el actual presidente del parlamento, Mahmoud Al-Mashhadani.
Cabe mencionar que Irak ha sido testigo en los últimos años de una serie de asesinatos y secuestros que han afectado a activistas civiles, periodistas y políticos, incluidos opositores a las facciones armadas.
A pesar de las promesas oficiales de responsabilizar y juzgar a todos los involucrados en tales crímenes, varios casos, incluidas las desapariciones que ocurrieron hace cuatro años, siguen siendo un misterio hasta hoy, lo que plantea preguntas sobre la capacidad de las autoridades para romper el ciclo de la impunidad.