En su primera respuesta al ataque israelí en Qatar, Hamás responsabiliza a Netanyahu por "frustrar las negociaciones"

El movimiento Hamás describió el ataque israelí que tuvo como objetivo su oficina en Doha como "un crimen consumado", afirmando que Israel "ha atacado todo el proceso de negociación".
Las declaraciones fueron realizadas por el líder del movimiento, Fawzi Barhoum, durante una rueda de prensa el jueves, la primera después del incidente, donde dijo: "Netanyahu y su gobierno han sobrepasado todas las leyes y normas internacionales al atacar a Qatar".
Barhoum consideró que "el ataque en Qatar es como una declaración de guerra de Israel contra la región", amenazando que "el ataque israelí en Qatar pone en peligro la seguridad regional".
Agregó que "el fallido intento de Israel de asesinar a la delegación del movimiento refleja la búsqueda de una victoria ilusoria", enfatizando que "Israel no tendrá éxito en influir en las posiciones del movimiento".
El líder de Hamás acusó a Israel de "intentar frustrar la mediación qatarí-egipcia para detener la guerra", afirmando que "Netanyahu y su gobierno son los únicos responsables de frustrar todas las etapas de negociación".
Barhoum reveló que el ataque tuvo como objetivo específico la casa del jefe de la delegación del movimiento para negociar, Khalil al-Hayya, en Qatar, aclarando que los líderes estaban "discutiendo la propuesta del presidente estadounidense Donald Trump".
El movimiento lamentó la muerte del hijo de Khalil al-Hayya, el director de su oficina y tres acompañantes, mientras que la esposa de al-Hayya y la esposa de su hijo resultaron heridas durante el ataque.
Cabe recordar que Israel llevó a cabo el ataque sorpresa el martes en Doha, donde informes de medios israelíes indicaron que uno de los objetivos era Khalil al-Hayya, un destacado líder de Hamás en el extranjero y jefe de la delegación de negociación.
El ataque se produjo en medio de repetidas afirmaciones de Tel Aviv sobre su continuación en la persecución de los líderes del movimiento "dondequiera que se encuentren", desafiando así la amplia campaña de condena internacional que siguió al incidente.