Chipre devuelve a 64 migrantes sirios a Tartus después de interceptar dos barcos en aguas territoriales.

Las autoridades chipriotas devolvieron a 64 migrantes sirios a Siria a través del puerto de Tartus, después de interceptar dos barcos que intentaban llegar a la isla de manera ilegal.
Esta acción se llevó a cabo en el marco de un acuerdo de cooperación entre Nicosia y Damasco, tras la confirmación de la Unión Europea de que Siria ya no se considera un país "inseguro" para devolver a los refugiados.
Según informó el diario "Phileleftheros" chipriota, la guardia costera chipriota interceptó el primer barco el viernes 9 de mayo, con 34 migrantes a bordo, mientras que el segundo barco con 28 migrantes fue avistado el sábado.
La interceptación se realizó rápidamente, impidiendo que los migrantes pudieran destruir los barcos o pedir ayuda, lo que les habría dado la oportunidad de llegar a la costa chipriota.
Las autoridades chipriotas afirmaron que "actuaron conforme a la ley y garantizaron la seguridad de los migrantes", señalando que la decisión de devolución se basó en un acuerdo bilateral con el lado sirio.
Por su parte, el gobierno sirio aseguró que los retornados "no serán procesados por su salida ilegal", mientras que las redes de contrabando serán perseguidas judicialmente.
El periódico reveló que los contrabandistas cobran entre 4,000 y 7,000 dólares por cada migrante llevado a Chipre.
En un contexto similar, el Ministerio de Defensa sirio anunció recientemente una campaña contra el tráfico de personas que resultó en la detención de varios contrabandistas y la incautación de armas después de enfrentamientos que duraron horas, según un comunicado oficial.
Este coordinación se produce en un momento en el que Chipre ha afirmado que la cooperación con Damasco "se basa en consideraciones legales y humanitarias", mientras que el lado sirio ha enfatizado en "no perseguir judicialmente a los retornados" a menos que estén involucrados en operaciones de contrabando.