Un estudio reciente de la Universidad de Stanford ha demostrado que la difusión de las tecnologías de inteligencia artificial está redefiniendo de manera tangible el mercado laboral en Estados Unidos, con un impacto mayor en la franja de edad más joven.
El estudio indicó que la contratación de desarrolladores de software de entre 22 y 25 años ha disminuido en un 20% desde finales de 2022.
Además, este grupo ha experimentado una caída del 6% en los empleos más susceptibles al impacto de la inteligencia artificial, frente a un aumento del 9% en las contrataciones en industrias donde la inteligencia artificial no se ha integrado de manera significativa.
Los trabajos de atención al cliente, especialmente en centros de llamadas, fueron uno de los sectores más afectados por la automatización y la inteligencia artificial.
Por otro lado, la contratación de empleados mayores en campos que dependen en gran medida de la inteligencia artificial ha aumentado, ya que el estudio señala que la inteligencia artificial puede simular las habilidades básicas adquiridas a través de la educación, pero no puede reemplazar la experiencia profesional acumulada a lo largo de los años.
El estudio también confirmó que la exclusión de empleos se manifiesta de manera más clara en los roles que pueden ser completamente automatizados por la inteligencia artificial, en comparación con los campos donde la tecnología solo apoya a los trabajadores, como el sector de la salud, que ha visto un crecimiento en el empleo a través de todas las franjas de edad.
El análisis se basó en datos de la empresa estadounidense "ADP", que cubre entre 3.5 y 5 millones de trabajadores a tiempo completo mensualmente, señalando que los resultados también pueden verse afectados por otros factores como los cambios en el mercado laboral tras la pandemia de COVID-19 y las condiciones económicas actuales.
A pesar de la amplitud de los datos, los investigadores advirtieron que estas cifras no reflejan necesariamente la distribución completa de las empresas en la economía estadounidense.
Con esta rápida transformación, parece que la inteligencia artificial no solo está eliminando empleos, sino que también los está redistribuyendo de maneras nuevas que obligan a individuos y empresas a adaptarse rápidamente.
El futuro profesional no se basará solo en habilidades, sino en la capacidad de mantenerse al día con la tecnología y adaptarse a ella en lugar de resistirse.