Apple gana los derechos de transmisión de la Fórmula 1 en Estados Unidos por cinco años por un valor estimado de 140–150 millones de dólares anuales
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En un movimiento estratégico que refuerza su presencia en el mercado de transmisión deportiva, Apple ha adquirido los derechos de transmisión del Campeonato Mundial de Fórmula 1 en Estados Unidos bajo un contrato que se extiende por cinco años.
El acuerdo, que comienza a partir de la próxima temporada, hará que las carreras de Fórmula 1 estén disponibles a través del servicio Apple TV+, incluyendo las prácticas libres, la clasificación, las carreras de velocidad y las carreras del Gran Premio.
Los informes de los medios indican que el valor del contrato alcanza aproximadamente los 140 millones de dólares anuales, lo que equivale a 750 millones de dólares durante cinco años, superando con creces lo que pagaba la cadena ESPN, propiedad de Disney, que era de aproximadamente 90 millones de dólares anuales desde 2018.
El acuerdo llega en un momento en que Apple busca fortalecer su posición en el mercado de transmisión en vivo, que enfrenta una feroz competencia con Netflix y Disney+.
La compañía ya había incursionado en el ámbito deportivo anteriormente al transmitir partidos de la liga de fútbol americano y "Friday Night Baseball", pero ahora apuesta por la Fórmula 1 como una de las disciplinas deportivas de más rápido crecimiento en Estados Unidos.
Eddy Cue, vicepresidente senior de servicios de Apple, confirmó que la empresa está contenta de expandir su asociación con la Fórmula 1 y ofrecer una experiencia única a los suscriptores de Apple TV+ en Estados Unidos para seguir una de las disciplinas deportivas más emocionantes del mundo en vivo.
El acuerdo también llega tras el gran éxito de la película "F1" producida por Apple y protagonizada por Brad Pitt, que superó los 628 millones de dólares en ingresos a nivel mundial y se estrenará en Apple TV+ el 12 de diciembre próximo, lo que refuerza la integración entre el contenido deportivo y cinematográfico en la plataforma.
Con este movimiento, Apple se posiciona en el centro de la competencia por los derechos de transmisión deportiva exclusiva y confirma que el deporte se ha convertido en una herramienta clave en la batalla por atraer y retener suscriptores en el mercado de transmisión digital.
