En un nuevo desarrollo en el terreno, los medios de comunicación israelíes anunciaron hoy jueves que dos soldados del ejército israelí resultaron heridos levemente debido a la explosión de un artefacto explosivo que apuntó a una patrulla militar cerca del puesto de control de Nitzanei Oz, en la entrada de la ciudad de Tulkarem al norte de Cisjordania.
El portavoz del ejército israelí confirmó que la explosión causó daños a un vehículo militar del tipo "Panther" que se encontraba en el lugar en el momento del incidente.
Inmediatamente después de la explosión, las fuerzas israelíes impusieron un estricto cerco de seguridad alrededor de la ciudad y comenzaron operaciones de cierre y registro extensivas en los alrededores de la zona, en un intento de verificar las circunstancias del incidente.
El canal 12 israelí informó que la explosión ocurrió durante el paso de la patrulla militar por la zona, mientras que la radio del ejército israelí indicó que las fuerzas comenzaron a imponer un cerco estricto sobre Tulkarem, incluyendo el cierre de todas las entradas principales de la ciudad.
Por su parte, Saraya al-Quds, el ala militar del Movimiento de Jihad Islámica, anunció su responsabilidad por la operación.
Dijeron en un breve comunicado: "Nuestros combatientes lograron a la 1:20 de la tarde detonar un artefacto explosivo del tipo Shuja 1 que había sido preparado previamente, lo que llevó a la inoperatividad de un vehículo militar del tipo Tigre, cerca del puesto de control de Nitzanei Oz, logrando heridas confirmadas".
Esta operación se produce en un momento en que Cisjordania, especialmente su norte, ha estado experimentando operaciones intensas por parte del ejército israelí durante varios meses, con el objetivo de perseguir a los militantes palestinos.
En este contexto, el ejército israelí a finales de febrero pasado trasladó tanques a la ciudad de Jenin, un movimiento que no se había visto en la región desde la Intifada de Al-Aqsa a principios de este milenio.
Desde entonces, Cisjordania ha sido testigo de amplias operaciones de destrucción, ya que el ejército israelí ha demolido decenas de casas en los campamentos palestinos al norte de Cisjordania con el objetivo de abrir corredores militares, lo que ha resultado en el desplazamiento de decenas de miles de palestinos.
En el ámbito humanitario, las operaciones del ejército israelí en Cisjordania desde el estallido de la guerra en Gaza han resultado en la muerte de al menos 973 palestinos, la mayoría de ellos civiles, según datos de la Autoridad Palestina.
Por su parte, las autoridades israelíes registraron la muerte de 42 israelíes durante el mismo período, ya sea como resultado de ataques palestinos o durante las operaciones militares israelíes.
Las fuerzas israelíes continúan sus operaciones en la región en medio del aumento de las tensiones en los territorios palestinos, lo que complica aún más la situación de seguridad y humanitaria en la zona.