Asociación estratégica que brinda a Latakia un nuevo muelle
August 20, 2025521 VistasTiempo de lectura: 3 minutos
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Rodolfo Jacques Saad, presidente del consejo de administración del gigante francés "CMA CGM", se reunió en el Palacio del Pueblo con el presidente sirio Ahmad al-Shara. La reunión no fue solo una visita de rutina, sino una nueva etapa en el proceso de revitalización de los puertos sirios que han sido devastados por años de guerra y bloqueo.
El acuerdo que se anunció representa más que un simple contrato de inversión, ya que indica un cambio radical en la política económica siria.
La segunda fase del proyecto no solo significa la construcción de un nuevo muelle, sino que es una declaración práctica del regreso de Siria al mapa marítimo internacional. La cifra acordada - 230 millones de euros durante 30 años - no es solo un valor financiero, sino un voto de confianza en el futuro de la economía siria.
Sin embargo, lo notable del acuerdo son las cláusulas que lo componen. La cláusula de arbitraje internacional a través de la Cámara de Comercio Internacional en Londres no solo proporcionó una cobertura legal para la inversión francesa, sino que envió un mensaje tranquilizador a los inversores extranjeros de que la nueva Siria está comprometida a simplificar el entorno empresarial y proteger las inversiones.
La tendencia a adoptar puertos secos y desarrollar mecanismos de transporte de mercancías a través del Aeropuerto Internacional de Damasco revela una visión más profunda. Siria no solo quiere reconstruir lo que la guerra ha destruido, sino que busca crear un sistema logístico integral que conecte el mar con la tierra y el aire.
En el trasfondo, hay un mensaje político claro. La elección de una empresa francesa para este gran proyecto no es una coincidencia. Indica una tendencia siria a reconstruir puentes con Europa, superando el bloqueo estadounidense que ha durado años. Y París, por su parte, ha encontrado en Siria un mercado prometedor y una oportunidad para fortalecer su influencia económica en la región.
El proyecto no estará exento de desafíos. El puerto de Latakia necesita más que un nuevo muelle. La infraestructura dañada, las restricciones financieras y el entorno legislativo que aún necesita desarrollo son obstáculos en el camino hacia el éxito. Sin embargo, el acuerdo representa una señal fuerte de que Siria está decidida a regresar al mapa del comercio mundial.
El mensaje que Damasco envía a través de este acuerdo es claro: estamos listos para asociarnos con el mundo y creemos que nuestra economía puede superar los efectos de la guerra.
El acuerdo que se anunció representa más que un simple contrato de inversión, ya que indica un cambio radical en la política económica siria.
La segunda fase del proyecto no solo significa la construcción de un nuevo muelle, sino que es una declaración práctica del regreso de Siria al mapa marítimo internacional. La cifra acordada - 230 millones de euros durante 30 años - no es solo un valor financiero, sino un voto de confianza en el futuro de la economía siria.
Sin embargo, lo notable del acuerdo son las cláusulas que lo componen. La cláusula de arbitraje internacional a través de la Cámara de Comercio Internacional en Londres no solo proporcionó una cobertura legal para la inversión francesa, sino que envió un mensaje tranquilizador a los inversores extranjeros de que la nueva Siria está comprometida a simplificar el entorno empresarial y proteger las inversiones.
La tendencia a adoptar puertos secos y desarrollar mecanismos de transporte de mercancías a través del Aeropuerto Internacional de Damasco revela una visión más profunda. Siria no solo quiere reconstruir lo que la guerra ha destruido, sino que busca crear un sistema logístico integral que conecte el mar con la tierra y el aire.
En el trasfondo, hay un mensaje político claro. La elección de una empresa francesa para este gran proyecto no es una coincidencia. Indica una tendencia siria a reconstruir puentes con Europa, superando el bloqueo estadounidense que ha durado años. Y París, por su parte, ha encontrado en Siria un mercado prometedor y una oportunidad para fortalecer su influencia económica en la región.
El proyecto no estará exento de desafíos. El puerto de Latakia necesita más que un nuevo muelle. La infraestructura dañada, las restricciones financieras y el entorno legislativo que aún necesita desarrollo son obstáculos en el camino hacia el éxito. Sin embargo, el acuerdo representa una señal fuerte de que Siria está decidida a regresar al mapa del comercio mundial.
El mensaje que Damasco envía a través de este acuerdo es claro: estamos listos para asociarnos con el mundo y creemos que nuestra economía puede superar los efectos de la guerra.
