La empresa Tesla comenzará la prueba del servicio de taxis autónomos en Austin, Texas, el próximo domingo, con invitaciones limitadas a un pequeño grupo de personas.
Un empleado de la empresa acompañará a los pasajeros en el asiento delantero durante el viaje para garantizar la seguridad, ya que los vehículos serán monitoreados de forma remota.
La prueba se centrará en el uso de aproximadamente 10 vehículos del modelo Model Y equipados con una versión del programa de conducción autónoma total, que se basa principalmente en cámaras e inteligencia artificial sin dispositivos adicionales como LIDAR o radar.
Sin embargo, los expertos de la industria dudan de la efectividad de esta tecnología, especialmente en condiciones climáticas adversas como la niebla, lluvias intensas o la luz solar brillante que podrían afectar la seguridad.
Los pasajeros deben tener 18 años o más para utilizar el servicio, y el inicio de operaciones podría retrasarse o el servicio podría ser limitado en malas condiciones climáticas.
Al mismo tiempo, Elon Musk y Tesla enfrentan protestas en Austin debido a los planes de taxis autónomos, con legisladores demócratas de la ciudad pidiendo posponer el lanzamiento del servicio hasta septiembre próximo, coincidiendo con la entrada en vigor de una nueva ley que regula los vehículos de conducción autónoma en Texas.
Este paso se produce en medio de la transformación de Tesla de una empresa centrada en vehículos eléctricos de bajo costo a una empresa que se basa en robots e inteligencia artificial, con una gran apuesta por el desarrollo de la tecnología de conducción autónoma para expandir su presencia en el mercado automotriz.