Siria entre la sufrimiento de la pobreza y la esperanza de nuevas estrategias
September 3, 2025157 VistasTiempo de lectura: 2 minutos

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Después de que las tasas de pobreza alcanzaran niveles impactantes que oscilan entre el 70 y el 90 por ciento, Siria anuncia una estrategia nacional para combatir este fenómeno que ha agotado a la sociedad durante años de guerra. El Ministro de Finanzas, Mohammad Yaser Barnieh, describe la nueva visión con lemas ambiciosos: "No habrá mendigos en las calles, ni huérfanos sin cuidado, ni familias pobres sin apoyo". Pero el camino de los lemas a la realidad es espinoso y complicado.
El anuncio de esta estrategia llega en un momento en que el país enfrenta enormes desafíos, donde la pobreza se ha convertido en una característica predominante de la vida diaria de la mayoría de los sirios. El programa que prepara el Ministerio de Finanzas, en colaboración con entidades gubernamentales y organizaciones internacionales, busca una solución radical a las causas de la pobreza, y no solo una mitigación temporal de sus efectos.
El financiamiento representa el mayor desafío para este plan ambicioso. El ministerio propone una solución innovadora que consiste en eximir a algunos empresarios de impuestos acumulados a cambio de que realicen contribuciones comunitarias en sus áreas. También busca revitalizar los sistemas tradicionales de zakat y waqf para invertir sus recursos en la lucha contra la pobreza, en un intento de combinar la autenticidad y la modernidad en los mecanismos de enfrentamiento.
El plan comienza con una fase de identificación precisa de las categorías pobres, seguida de programas prácticos que buscan transformar a los beneficiarios de la necesidad a la productividad. El apoyo incluirá pequeños proyectos, capacitación profesional, y mejora de la seguridad social y salarios.
Pero la pregunta que sigue en el aire es: ¿puede una sola estrategia, por más integral que sea, enfrentar un fenómeno de tal magnitud y complejidad? La pobreza en Siria hoy no es solo una falta de ingresos, sino el resultado acumulativo de años de destrucción, colapso económico y aislamiento internacional.
El éxito requerirá una verdadera colaboración nacional, transparencia en la implementación, apoyo internacional sostenible y una voluntad política firme para convertir los lemas en una realidad tangible. Los sirios que han vivido años de guerra y destrucción merecen más que promesas, merecen ver una verdadera chispa de esperanza que les devuelva su dignidad humana.
El anuncio de esta estrategia llega en un momento en que el país enfrenta enormes desafíos, donde la pobreza se ha convertido en una característica predominante de la vida diaria de la mayoría de los sirios. El programa que prepara el Ministerio de Finanzas, en colaboración con entidades gubernamentales y organizaciones internacionales, busca una solución radical a las causas de la pobreza, y no solo una mitigación temporal de sus efectos.
El financiamiento representa el mayor desafío para este plan ambicioso. El ministerio propone una solución innovadora que consiste en eximir a algunos empresarios de impuestos acumulados a cambio de que realicen contribuciones comunitarias en sus áreas. También busca revitalizar los sistemas tradicionales de zakat y waqf para invertir sus recursos en la lucha contra la pobreza, en un intento de combinar la autenticidad y la modernidad en los mecanismos de enfrentamiento.
El plan comienza con una fase de identificación precisa de las categorías pobres, seguida de programas prácticos que buscan transformar a los beneficiarios de la necesidad a la productividad. El apoyo incluirá pequeños proyectos, capacitación profesional, y mejora de la seguridad social y salarios.
Pero la pregunta que sigue en el aire es: ¿puede una sola estrategia, por más integral que sea, enfrentar un fenómeno de tal magnitud y complejidad? La pobreza en Siria hoy no es solo una falta de ingresos, sino el resultado acumulativo de años de destrucción, colapso económico y aislamiento internacional.
El éxito requerirá una verdadera colaboración nacional, transparencia en la implementación, apoyo internacional sostenible y una voluntad política firme para convertir los lemas en una realidad tangible. Los sirios que han vivido años de guerra y destrucción merecen más que promesas, merecen ver una verdadera chispa de esperanza que les devuelva su dignidad humana.