Siria entre la agresión y la estabilidad: ¿tendrán éxito los nuevos esfuerzos estadounidenses?

Solo días después de una decisión histórica de levantar las sanciones estadounidenses sobre Siria, la declaración de los tres miembros refleja una visión diferente para abordar el asunto sirio. No se trata solo de un llamado a un alto el fuego, sino de un reconocimiento implícito de que la estabilidad de Siria se ha convertido en una necesidad regional e internacional.
Los recientes ataques israelíes en las afueras de Damasco, que dejaron seis soldados sirios muertos, ya no pasan desapercibidos como ocurría anteriormente. La declaración conjunta describe estos ataques como "desestabilizadores", en una clara señal de que su continuación obstaculiza las oportunidades de paz que comenzaron a surgir tras el levantamiento de las sanciones.
Pero la pregunta que surge es: ¿realmente tiene Washington el deseo y la capacidad de disuadir a su aliado israelí de continuar con su agresión?
El gobierno sirio, que asumió el poder tras la caída del régimen de Assad, parece estar ansioso por establecer las bases de la estabilidad. Las declaraciones del Ministro de Relaciones Exteriores sirio, Asaad al-Shabani, sobre la falta de deseo de Damasco de ir a la guerra con Israel, y su énfasis en la necesidad de aplicar el acuerdo de separación de fuerzas de 1974, reflejan una clara intención de pasar la página.
En el trasfondo, hay una nueva realidad que comienza a formarse. El levantamiento de las sanciones estadounidenses, las demandas de cese de la agresión israelí y los esfuerzos internacionales de reconstrucción son todos elementos que indican que la comunidad internacional ha comenzado a darse cuenta de que la continuación del sufrimiento sirio ya no es aceptable.
Sin embargo, el camino hacia la estabilidad sigue estando lleno de desafíos. Mientras Siria intenta levantarse de los escombros de la guerra, la continuación de la agresión israelí representa una amenaza directa para cualquier avance potencial. La declaración estadounidense llegó en el momento adecuado, pero aún necesita pasos concretos que traduzcan las palabras en acciones.
El juego político en Siria entra en una nueva fase, donde el escenario ya no es solo un campo de conflictos por poder, sino que se ha convertido en un terreno para probar la voluntad de la comunidad internacional para lograr la paz. El éxito en esta difícil ecuación requiere más que declaraciones mediáticas; se necesita una verdadera voluntad política capaz de imponer la estabilidad en una región que ha sufrido tanto por los horrores de la guerra.