El Consejo de Ministros libanés aprobó el plan del ejército para concentrar las armas en manos del Estado, en una sesión presidida por el presidente de la República, Joseph Aoun, en un paso que busca fortalecer la seguridad nacional y mantener la paz civil.
El plan se centra en prevenir el traslado de armas en todo el territorio libanés, enfatizando la necesidad de establecer la autoridad del Estado en todas las áreas.
En un comentario después de la sesión, el Ministro de Información libanés, Paul Marqas, dio la bienvenida al plan, señalando que el gobierno se asegurará de su implementación, ya que el ejército presentará un informe mensual al gobierno sobre el progreso del mismo.
Marqas subrayó que "no habrá inversiones sin la concentración de armas en manos del Estado", afirmando que esta decisión es necesaria para garantizar la estabilidad de la economía libanesa.
Por su parte, el Primer Ministro Nawaf Salam reafirmó el compromiso del gobierno de implementar el plan de concentración de armas que fue decidido en la sesión del 5 de agosto pasado.
Aclaró que cualquier reforma económica debe ir acompañada de pasos en el terreno para garantizar el restablecimiento de la seguridad en el país.
A pesar del consenso del gobierno sobre el plan del ejército, cinco ministros vinculados al "doble chií", el Hezbolá y el Movimiento Amal, se retiraron de la sesión.
Los ministros que se retiraron son: Yassine Jaber (Ministro de Finanzas) y Tamara Al-Zein (Ministra de Medio Ambiente) del Movimiento Amal, y Rjan Nasr Al-Din (Ministro de Salud) y Muhammad Haidar (Ministro de Trabajo) del Hezbolá, además de Fadi Maki (Ministro de Desarrollo Administrativo independiente).
La retirada ocurrió después de que el comandante del ejército libanés, el general Rudolf Haikal, presentara los detalles del plan que incluye la desmilitarización del Hezbolá.
El plan, que también incluye medidas relacionadas con la concentración de armas en Líbano, recibió un apoyo implícito del presidente del Parlamento, Nabih Berri, quien afirmó en una declaración a Asharq Al-Awsat que las cosas están avanzando positivamente, señalando que "los vientos tóxicos han comenzado a despejarse" y que la implementación del plan preservará la paz civil en Líbano.
Mientras tanto, las fuentes indican que los ministros que se retiraron están considerando renunciar al gobierno, lo que plantea preguntas sobre el futuro del plan y los desafíos de su implementación en el terreno.
El plan de concentración de armas se considera parte de los esfuerzos del gobierno libanés para recuperar el control de la seguridad dentro del país, ya que Marqas señaló que cualquier avance hacia la implementación del documento estadounidense sobre la seguridad de Líbano dependerá de los pasos de Israel, en un momento en que continúan las agresiones israelíes en la frontera sur.