Gaza bajo fuego: el ejército israelí abre un camino temporal para escapar en medio de una escalada militar y desplazamiento masivo

En un nuevo desarrollo en la guerra continua en la Franja de Gaza, el ejército israelí anunció el miércoles la apertura de un camino adicional por 48 horas a través de la calle Salah al-Din, que permite a los palestinos salir de la ciudad de Gaza hacia el sur, en un intento de evacuar la ciudad de civiles antes de una escalada de las operaciones militares contra los combatientes de Hamas.

A pesar del anuncio, las preocupaciones de los residentes son grandes, ya que muchos se abstienen de irse debido a la falta de garantías para regresar, y a los riesgos de seguridad en el camino, además de la escasez de alimentos y servicios en el sur.

Un maestro del barrio de Sabra dijo: "Prefiero morir aquí... ¿hay alguna garantía de que volvamos?".

Según el Ministerio de Salud en Gaza, al menos 50 personas murieron el miércoles, de las cuales 39 en la ciudad de Gaza, elevando el saldo de muertos palestinos desde el inicio de la guerra a más de 65,000, con estimaciones de que el número real es mayor debido a los restos bajo los escombros.

Además, un drone israelí atacó el hospital Al-Rantisi para niños, lo que obligó a decenas de familias a evacuarlo, a pesar de que no se registraron heridos. El hospital es la única instalación para tratar a niños con cáncer y fallo renal, lo que provocó una ola de indignación internacional.

Los tanques israelíes avanzaron desde tres ejes hacia el centro y el oeste de la ciudad, pero sin lograr una penetración significativa.

Un funcionario israelí declaró que el control de Gaza podría tardar varios meses, con la posibilidad de suspender la operación si se llega a un alto el fuego, aunque el ataque a líderes de Hamas en Doha provocó la ira de Qatar y alejó las posibilidades de una tregua.

Por su parte, las Naciones Unidas y las agencias de ayuda condenaron el ataque, mientras que un comité de investigación de la ONU concluyó que Israel cometió genocidio en Gaza, lo que Tel Aviv describió como "vergonzoso y falso".

La situación humanitaria empeora, ya que informes indican la destrucción de 1,600 edificios residenciales y 13,000 tiendas para desplazados desde que Israel anunció su intención de controlar la franja. Aproximadamente un millón de palestinos están atrapados en campamentos del sur que sufren una crisis de hambre devastadora, en medio de la falta de un lugar seguro en la franja.