Escándalos secretos de Elon Musk: drogas, batallas de custodia y separación de la Casa Blanca.

Una investigación del periódico "The New York Times", basada en documentos internos y testimonios de fuentes cercanas, reveló que el multimillonario Elon Musk enfrentó graves crisis personales mientras ascendía como uno de los principales aliados del presidente estadounidense Donald Trump, al mismo tiempo que realizaba donaciones masivas por un total de 275 millones de dólares para apoyar su campaña electoral.
Las fuentes informaron que Musk, de 53 años, consumía grandes cantidades de ketamina, lo que afectó su salud, especialmente su vejiga, un efecto conocido del uso crónico de esta droga.
También consumía éxtasis y hongos alucinógenos, llevando consigo una caja de medicamentos diaria que contenía 20 pastillas, incluyendo el estimulante "Adderall", según fotos y documentos revisados por el periódico.
A pesar de no confirmar su consumo de drogas en la Casa Blanca, su comportamiento desconcertó a quienes lo rodeaban, ya que insultaba a ministros, hacía gestos descritos como "nazis" y ofrecía respuestas incoherentes en entrevistas previamente preparadas.
Las crisis familiares de Musk se intensificaron, enfrentando disputas legales por la custodia de sus hijos. Grimes, la cantante canadiense y su ex pareja, presentó una demanda sobre su hijo "X" (5 años), expresando su preocupación por llevarlo a la Casa Blanca y eventos internacionales televisados, lo que terminó un acuerdo secreto para proteger a los niños de los medios. Fuentes mencionaron sus preocupaciones por los viajes frecuentes y la privación de sueño que sufre Musk.
Por otro lado, la escritora conservadora Ashley St. Clair reveló una relación secreta con él y tuvo un hijo. Mencionó que rechazó una gran oferta económica para ocultar la paternidad, acusándolo de intentar silenciarla a través de una orden judicial.
Musk lidera empresas que trabajan con el gobierno, como SpaceX, que exige que sus empleados estén libres de drogas. A pesar de los controles aleatorios, fuentes informaron que recibió advertencias previas para evitar resultados positivos.
Musk anunció el miércoles por la noche su renuncia a su cargo gubernamental, reconociendo que descuidó sus proyectos comerciales por la política.
Anteriormente, Musk había hablado sobre sus problemas mentales, diciendo en una publicación: "Vivo altibajos extremos y un estrés constante", prefiriendo la ketamina _que afirmó tomar con receta médica cada dos semanas_ sobre los antidepresivos tradicionales. Sin embargo, un informe del Wall Street Journal reveló un historial de consumo recreativo, mientras que la junta directiva de Tesla expresó su preocupación por sus cambios de humor y su impacto en la empresa.
La Casa Blanca se negó a hacer comentarios, mientras que Musk evitó las preguntas de los periodistas durante una conferencia con Trump, diciendo: "Sigamos adelante", cuestionando la credibilidad del "The New York Times".
Cabe mencionar que el neurólogo Philip Lo, uno de sus antiguos amigos, comentó: "Elon ha superado cada vez más los límites del mal comportamiento".