Las criptomonedas en Siria: riesgos no calculados y una carrera hacia lo desconocido

El banco no dejó lugar a dudas al afirmar que estas monedas "no representan una moneda legalmente aceptada", señalando que se negocian en un vacío legal aterrador. En ausencia de un marco regulatorio, Siria se ha convertido en un mercado abierto para cualquiera, desde especuladores profesionales hasta estafadores que aprovechan la necesidad y desesperación de la gente.
Lo notable en la advertencia es el énfasis en las "promesas engañosas de obtener ganancias rápidas". Muchos en Siria, debido a la aplastante necesidad económica, saltan a este pantano financiero sin el más mínimo conocimiento de sus riesgos. Es una apuesta con el destino de familias en un país que ya no puede soportar más pérdidas.
Pero la paradoja más cruel es que esta advertencia llega en un momento en que los principales bancos centrales del mundo están considerando emitir monedas digitales oficiales (CBDC). Mientras Damasco advierte a sus ciudadanos sobre el riesgo de hundirse en este mundo desconocido, los bancos internacionales nadan en dirección opuesta, afirmando que el futuro financiero será digital, pero con condiciones y reglas claras.
La pregunta que surge es: ¿basta con advertir sobre los riesgos o la solución radica en crear alternativas seguras? La realidad siria dice que la gente no dejará de buscar vías financieras mientras el sistema bancario tradicional sea incapaz de satisfacer sus necesidades.
Los sirios que han vivido años de guerra conocen bien los riesgos, pero a veces se ven obligados a elegir entre dos peligros: el peligro de lo desconocido y el peligro de la certeza representada por el colapso económico continuo.