Parece que el presidente estadounidense Donald Trump ya no oculta su descontento con el estancamiento en la guerra ruso-ucraniana, que entra en su tercer año sin un horizonte claro de paz, en medio del fracaso de los esfuerzos por celebrar un encuentro directo entre los presidentes ruso Vladimir Putin y ucraniano Volodymyr Zelensky.
La agencia "Reuters" reveló que Trump expresó públicamente su creciente descontento por la continuación de la guerra, señalando que aún no ha podido lograr un avance en el tema de la paz entre Moscú y Kiev, a pesar de varios intentos diplomáticos.
* Tres cartas de presión en manos de Trump
El presidente estadounidense no se limitó a expresar su molestia, sino que insinuó tres medios de presión que podrían reconfigurar la situación en la mesa de guerra y negociaciones:
1 _ Sanciones económicas y aranceles:
En declaraciones el pasado viernes, Trump dijo: "Tomaré una decisión muy importante sobre el siguiente paso... ya sea sanciones masivas, o aranceles altos, o ambas cosas, o tal vez nada, y dejaré que sea su propia batalla".
2 _ Retirada de los esfuerzos de mediación:
Trump aclaró que está considerando seriamente retroceder de su papel como mediador en el proceso de paz entre Rusia y Ucrania, después de que sus esfuerzos recientes chocaran con un muro de complicaciones, especialmente del lado ruso.
3 _ Limitar el uso de Ucrania de los sistemas de misiles estadounidenses:
En un movimiento sorprendente, funcionarios estadounidenses revelaron que el Departamento de Defensa de EE. UU. (el Pentágono) ha impuesto restricciones secretas que impiden a Ucrania utilizar los sistemas de misiles estadounidenses de largo alcance "ATACMS" para atacar objetivos dentro del territorio ruso, lo que reduce la capacidad de Kiev para responder de manera efectiva a los ataques rusos.
Los funcionarios confirmaron que el secretario de Defensa estadounidense Pete Hegseth tiene la última palabra sobre permitir o prohibir el uso de estos misiles estratégicos.
* Estancamiento diplomático tras la cumbre de Alaska
Esta tensión surge tras el fracaso de las conversaciones que Trump mantuvo la semana pasada con el presidente ruso Vladimir Putin en la cumbre de Alaska, seguido de otra reunión en la Casa Blanca que reunió a Trump con Zelensky y varios líderes europeos, sin que estos encuentros condujeran a un avance significativo en el proceso de negociación.
Trump aspiraba a organizar un encuentro directo entre Putin y Zelensky, pero esta idea se topó con el rechazo de Moscú.
El ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Lavrov, declaró en una entrevista con la cadena NBC el viernes que "no hay planes para celebrar una reunión con el presidente ucraniano en este momento", añadiendo que "Putin está dispuesto a dialogar cuando haya una agenda clara, que actualmente no está disponible".
* El camino hacia la paz está cerrado temporalmente
A pesar de los esfuerzos de la Casa Blanca por reunir apoyo internacional para un proceso de paz integral, las posturas inflexibles de ambas partes no sugieren un pronto fin de la guerra. La administración estadounidense enfrenta crecientes desafíos para convencer a Rusia de regresar a la mesa de negociaciones, en medio de la creciente presión interna sobre Trump para adoptar una postura más firme.
Entre sanciones, la retirada de la mediación y el control de las armas proporcionadas a Kiev, parece que Trump está poniendo todas sus opciones sobre la mesa, ¿logrará romper el estancamiento, o la guerra continuará cobrando más vidas sin un final cercano?