Se vivió un estado de confusión ayer viernes en los países europeos cercanos a Rusia, tras la revelación de la administración del presidente estadounidense Donald Trump sobre planes para reducir parte de la financiación de la ayuda de seguridad destinada a estos países.
Varios funcionarios europeos, especialmente en la región báltica, expresaron su preocupación después de que algunos ministros de defensa informaran que no habían recibido notificación oficial sobre este paso.
Fuentes del Congreso confirmaron que el Departamento de Defensa de EE. UU. (Pentágono) reducirá la financiación para programas de ayuda de seguridad que incluyen entrenamiento de tropas y provisión de equipos para fortalecer la seguridad en los países en la frontera con Rusia.
Aunque las cantidades afectadas no se han determinado con precisión, las estimaciones sugieren que esta decisión podría incluir cientos de millones de dólares.
Esta ayuda incluye financiación para programas como "la sección 333" y "la Iniciativa de Seguridad Báltica", que proporciona armas estadounidenses, municiones, entrenamiento para fuerzas especiales y apoyo de inteligencia a varios países en el flanco oriental de la OTAN, incluidos los países bálticos y Polonia.
Por su parte, un funcionario de la Casa Blanca aseguró que este paso fue coordinado con los países europeos y es parte de la estrategia de Trump para promover "la responsabilidad europea" en el ámbito de la defensa.
El presidente estadounidense busca que los países europeos asuman una mayor carga militar en lugar de depender completamente del apoyo estadounidense.
Estos planes podrían generar tensiones entre Washington y sus aliados en Europa, especialmente en el contexto de la escalada militar continua en la región debido a la guerra en Ucrania, donde se espera que aumente la necesidad de estos países de apoyo de seguridad para enfrentar las amenazas rusas.